La tendencia del 'porno de comida' en línea y en vivo conquista Corea
En la cada vez más virtual Corea del Sur, la última moda extraña es ver en línea a alguien mientras come.
Algunos canales el línea transmiten en vivo a gente que come enormes porciones de comida mientras conversa con aquellos que están viendo. La tendencia se llama muk-bang, lo cual se traduce como "salas de comer".
La reina de este particular fenómeno es La Diva, una mujer delgada y bonita de 33 años aparentemente bendecida con la capacidad estomacal de varios elefantes y el metabolismo de un colibrí.
Todas las noches, alrededor de las 20:00 horas, varios cientos de espectadores sintonizan para ver a La Diva –su nombre real es Park Seo-Yeon–.
Fácilmente come cuatro pizzas grandes o tres kilos de carne en una sola sesión, aunque lo hace durante el transcurso de varias horas.
Luego de comer pasa otras dos o tres horas solo hablando con sus aficionados, quienes se comunican con ella mediante una sala de chat que acompaña la transmisión en vivo.
Park gana hasta 9,300 dólares (124,000 pesos) al mes solo por sus transmisiones.
Sin embargo, sus gastos también son altos. Park dice que gasta un promedio de 3,000 dólares mensuales en comprar comida para su programa, que transmite durante entre cuatro y seis horas por noche.
Confesiones de una diva
Gracias a la sala de chat en vivo que acompaña a su canal, la retroalimentación es instantánea y el show es interactivo. Los comentarios desbordan y ella los lee en tiempo real.
"Mis aficionados me dicen que realmente les encanta verme comer porque lo hago con tanto gusto y hace que todo se vea tan delicioso", dice Park.
"Muchos de mis espectadores están a dieta y dicen que viven indirectamente a través de mí, o son pacientes hospitalarios que solo tienen acceso a la comida del hospital, así que también ven mi transmisión para verme comer".
Algunos de los más grandes aficionados de la diva son mujeres. De hecho, su canal es más popular entre mujeres que entre hombres, con una relación de 60-40%.
"Uno de los mejores comentarios que he recibido fue de una espectadora que dijo que había superado su anorexia por verme comer", dice Park. "Eso realmente significó mucho para mí".
Ella cocina aproximadamente la tercera parte de los alimentos que come y el resto los compra hechos. Las ofertas de patrocinio han llegado con rapidez y abundancia, pero Park dice que prueba la comida patrocinada primero y únicamente presenta lo que realmente le gusta y quiere compartir.
Sus aficionados muestran su agradecimiento por medio de envíos de dinero, en forma de fichas virtuales que pueden ser canjeadas.
La plataforma que hospeda su canal, Afreeca TV, permite a los usuarios comprar y enviar "globos estrella" virtuales que pueden ser convertidos en dinero después de que el sitio cobra una comisión del 30-40%.
Cualquier pago por parte de los usuarios es totalmente voluntario, ya que todos los canales se pueden gratuitamente.
El servicio está actualmente limitado a Corea del Sur, aunque la empresa tiene planes de expandirse a otros países.
Antecedentes culturales
El éxito de la diva y la tendencia de la sala de comer coreana pueden atribuirse a una serie de factores culturales específicos.
"Creemos que es debido a tres grandes razones: el incremento de los hogares de una sola persona en Corea, su subsiguiente soledad y, finalmente, la gran tendencia de la 'cultura del bienestar' y una dieta excesiva en la sociedad coreana en este momento", dice el coordinador de relaciones públicas de Afreeca TV, Serim An.
Ver porno de alimentos mientras estás a dieta puede sonar como una tortura masoquista, pero los coreanos aparentemente solitarios y hambrientos prefieren comer a través de otro.
Otra cosa: los coreanos odian comer solos.
"Para los coreanos, comer es una actividad comunal extremadamente social. Incluso la palabra coreana familia significa 'aquellos que comen juntos', dice la profesora Sung-hee Park, de la División de Estudios de Medios de Comunicación de la Universidad Ewha.
Ella cree que el aspecto interactivo de las salas de comer es lo que resulta tan atractivo para estos corazones solitarios.
La soledad también fue el catalizador para la diva.
"Muchos de mis amigos se estaban casando y yo vivía sola, solitaria y aburrida", dice ella.
"Cuando comencé mi canal hace dos años, estaba mostrando una gran variedad de contenido, desde danza hasta actividades al aire libre, pero fue mi amor por la comida lo que realmente comenzó a tener una respuesta por parte de los aficionados", dice Park.
El escenario
Con el 78.5% de la población con teléfonos inteligentes y siete millones de personas que viajan en la red del metro de Seúl todos los días, Afreeca TV se está volviendo muy popular en Corea, ya que el metro de Seúl tiene recepción para teléfonos celulares y Wi-Fi, y la red de Corea del Sur tiene la capacidad de transmitir televisión en vivo a móviles.
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"Nuestros usuarios móviles superaron a nuestros usuarios de PC desde hace un tiempo y la mayoría de nuestros espectadores ven nuestro contenido mientras están en movimiento", dice An.
La mayor parte del contenido de Afreeca TV es en realidad juegos en línea. Los transmisores individuales llamados BJs (abreviatura de Broadcast Jockeys), transmiten sus juegos en vivo para que otros puedan aprender de los mismos o comenten. Cualquier persona puede transmitir en vivo desde cualquier dispositivo, siempre y cuando ingrese al sistema.
Las "salas de comer" comenzaron a aparecer alrededor del 2009, dice An, cuando los usuarios comenzaron a imitar los shows de televisión sobre alimentos, comentando mientras comían.
Ahora, de los 5,000 canales de la plataforma, el 5% son salas de comer. Afreeca TV tiene una audiencia diaria promedio de tres millones.
La diva dice que su éxito fue una enorme sorpresa, pero todavía hay muchos que no entienden el concepto y lo crítican.
"Tengo algunos comentaristas realmente horribles que me hacen reevaluar '¿por qué estoy haciendo esto?', pero al final del día la respuesta positiva abrumadora supera a lo malo, así que estoy feliz de continuar".
Park conservó su trabajo de asesoría en bienes raíces durante dos años, pero renunció la semana pasada para enfocarse en su sala de comer y en sus empresas filiales potenciales, incluida una empresa de ropa.
Le preguntamos si tiene tiempo para una vida privada, dado que transmite más de seis horas al día todos los días, incluyendo fines de semana. Su respuesta: no necesita una.
"Esto es mucho más divertido", dice.