10 rarezas naturales que sorprenden a la ciencia y al mundo
La Tierra nunca deja de sorprendernos. Cada esquina del planeta ofrece algún tipo de peculiaridad natural con una explicación que nos hace desear haber estudiado más en la clase de Ciencias Naturales de la secundaria.
Es un reto llegar a algunos de estos sitios; otros lugares son destinos turísticos ocupados. Mantienen a los científicos naturales en búsqueda de respuestas y al resto de nosotros sorprendidos por los secretos y misterios que el mundo continúa revelando.
Cataratas de Sangre, Antártida
La mayoría de las personas no verá a las Cataratas de Sangre en persona, pero incluso en las fotografías, la vista llama la atención: una catarata de color rojo que mancha la parte blanca del Glaciar Taylor. El lugar fue documentado en 1911 por el geógrafo/geólogo Thomas Griffith Taylor, un miembro de la expedición malograda de Robert Falcon Scott a Antártida. (Scott nombró al glaciar en honor a Taylor).
Desde ese entonces, los glaciólogos y microbiólogos buscan determinar qué causa el misterioso flujo rojo. Concluyeron que la fuente es un lago subterráneo rico en hierro que le da al agua su tono rojo. Más extraño aún, en la investigación reciente se revelaron microorganismos que viven a 396.2 metros debajo del hielo, sustentados por el hierro y el sulfuro en el agua.
Colina Magnética, Moncton, New Brunswick, Canadá
¿Qué podría posiblemente causar que un automóvil ruede hacia atrás cuesta arriba sin fuerza? ¿Una fuerza magnética dentro de la Tierra? ¿Algo todavía más fantástico? Desde la década de 1930, cuando el fenómeno de la Colina Magnética se descubrió (y casi inmediatamente se promocionó como una atracción turística), las personas intentan descifrar este enigma.
Aunque se demostró que la “fuerza magnética” es una ilusión óptica y la pendiente cuesta arriba en realidad es una pendiente cuesta abajo, eso no impidió que automóviles llenos de turistas visitaran la Colina Magnética y la probaran.
Surtsey, Islandia
Cuando las personas intentan convencerte de que no hay nada nuevo debajo del Sol, dirígelos a la isla de Surtsey en Islandia. Antes de 1963, no existía. Después, un volcán submarino en las Islas Westman (Vestmannaeyjar) hizo erupción, y cuando la actividad se calmó en 1967, lo que quedó fue una isla donde no existía una isla anteriormente.
En el momento en que fue más grande, Surtsey medía aproximadamente 2.5 kilómetros cuadrados, pero el viento y el agua erosionaron el material volcánico a un poco más de la mitad de su tamaño. Cuando se les presentó este entorno inmaculado, el gobierno islandés determinó que lo mejor que podía hacer era preservarlo. Sin embargo, aunque se puede pasar por allí en un crucero a las Islas Westman, Surtsey permanece fuera de los límites a casi todos excepto los biólogos marinos, geólogos, botánicos y otros científicos que investigan allí .
Rocas Moeraki, Nueva Zelandia
Grandes rocas esféricas ; algunas miden 3.6 metros de circunferencia, se encuentran dispersas en la Playa Koekohe en la costa este de la Isla Sur de Nueva Zelandia. Se formaron hace millones de años en el antiguo fondo del mar, al recolectar y endurecer sedimento y minerales alrededor de un centro como un fósil o concha similar a la forma en que las ostras forman perlas.
No son los únicos ejemplos en el mundo de lo que los geólogos llaman concreciones septarias. También puedes visitar las Rocas Koutu cerca del Puerto Hokianga en la costa noroeste de la Isla Norte de Nueva Zelandia, por ejemplo. Sin embargo, las Rocas Moeraki son algunas de las más grandes del mundo.
Todavía se estudian los rasgos distintivos de su origen y lo que causó sus grietas distintivas al interior.
Sol de medianoche, Spitsbergen, Noruega
Del 20 de abril al 23 de agosto, el Sol nunca se pone en Svalbard, un archipiélago noruego que está al norte de Groenlandia en el Mar Ártico. En junio y julio, permanece directamente en lo alto, lo que provoca estragos en los relojes biológicos de todos. ¿Es mediodía? ¿Es medianoche? Después de un día o dos, no podrás distinguir.
Entre los lugares más al norte pero todavía accesibles para experimentar el Sol de medianoche se encuentra Spitsbergen , la mayor isla del grupo. La isla es apropiada y complaciente con los turistas, quienes tienden a mantener horas extrañas en el verano y entienden en poco tiempo por qué sus habitaciones de hotel tienen cortinas que oscurecen el lugar.
Pamukkale, Turquía
Lo que parece ser un paisaje nevado al estilo de Doctor Zhivago en el suroeste de Turquía en realidad es resultado de depósitos de carbonato de calcio de 17 fuentes termales naturales que se acumularon a través miles de años. A partir de finales del siglo II a.C., esta área cerca del actual Denizli era un destino para aquellos que buscaban los beneficios terapéuticos del agua rica en minerales cuya temperatura llega a más 37.7 grados centígrados.
Hoy en día, puedes ver restos de los baños en la antigua ciudad sagrada de Hierapolis, pero son los terrazas impresionantes, acantilados y cataratas blancas petrificadas de Pamukkale ; que en turco significa “Palacio de Algodón”, que le dan una gran belleza natural.
Playa Racetrack, Death Valley, California, Estados Unidos
Cómo logran las piedras ordinarias “navegar” en la superficie de la Playa Racetrack en el Parque Nacional Death Valley es un misterio que las personas intentan resolver desde 1915, cuando un buscador y su esposa notaron rastros que parecían indicar que las piedras de alguna manera viajaron por tierra seca. A falta de intervención cósmica, las piedras necesitaban que fuerzas terrestres las movieran.
Pero, ¿qué fuerzas? La teoría actual que prevalece sobre las “piedras navegantes” de Playa Racetrack, presentada por un equipo de físicos en 2011, involucra hielo que se forma alrededor de las piedras, lo que causa que se muevan y dejen un rastro a su paso. Muchos visitantes todavía esperan una explicación más mística.
Cataratas de la Flama Eterna, Orchard Park, Nueva York, Estados Unidos
Detrás de la cascada de una pequeña catarata en la sección de Preserva del Arroyo Esquisto del Parque Chestnut Ridge en los suburbios de Buffalo, Nueva York, podrías ver lo que parece ser una ilusión óptica: una flama dorada que parpadea. En realidad, la olerás antes de que la veas, y sorprendentemente, es real, alimentada por lo que los geólogos llaman un macrofiltro de gas natural de la Tierra debajo de esta.
Una falla geológica en el esquisto permite que aproximadamente un kilogramo de gas metano al día se escape a la superficie, donde, en algún punto, posiblemente a principios del siglo XX, un visitante tuvo la idea de encenderlo. El agua ocasionalmente extingue la flama, pero siempre hay otro caminante con un encendedor para reavivarla.
Old Faithful, Parque Nacional Yellowstone, Wyoming, Estados Unidos
El Parque Nacional Yellowstone afirma tener la mayor concentración de géiseres en cualquier lugar del mundo.
Los géiseres son aguas termales con problemas de plomería que resultan en erupciones. Más de 300 pueden encontrarse en los 8,995 kilómetros cuadrados del parque, y ninguno es más famoso que Old Faithful.
De hecho, Old Faithful es la razón por la que Yellowstone fue designado Parque Nacional; el primero en Estados Unidos, en 1872.
Su nombre viene de la regularidad percibida de sus erupciones, que ocurren cada 55 a 120 minutos y duran aproximadamente entre dos y cinco minutos. Las espectaculares erupciones permanecen como una fuente de fascinación para las más de 3.5 millones de personas que visitan Yellowstone cada año. El hecho de que las erupciones no son tan regulares como podrían parecer; y que el intervalo medio de erupción parezca largarse, también mantiene fascinados a los geólogos.
Relámpago de Catatumbo, Ologa, Venezuela
Gracias a su humedad, su elevación y el choque de vientos de las montañas y el mar, la esquina del suroeste del Lago Maracaibo en Venezuela tiene la mayor frecuencia de actividad de relámpagos del mundo (250 parpadeos por kilómetro cuadrado al año).
Más de 200 noches al año, con apogeos en mayo y octubre, los relámpagos llenan el cielo; a veces 25 o más relámpagos por minuto. Para poner eso en perspectiva: el Servicio Nacional Meteorológico de Estados Unidos clasifica a algo más de 12 rayos por minuto como “excesivo”. Nombrado en honor del Río Catatumbo, que fluye de Colombia al Lago Maracaibo, el Relámpago de Catatumbo, se convirtió en un punto destacado para los turistas que pasan sus noches despiertos y con los ojos abiertos para ver el espectáculo.