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¿Por qué debe importarnos el brote de ébola en África?

Médicos en África aseguran que el brote de la enfermedad se volvió 'viral' y temen que se convierta en una alerta global
lun 14 abril 2014 10:18 AM

En Conakry, la capital de Guinea en el África occidental no están acostumbrados a escuchar sobre el ébola, en el pasado, esta enfermedad raramente salía de las áreas remotas de este continente, pero hoy, está presente en esta ciudad. 

El ébola pocas veces tiene la oportunidad de viajar y extender la enfermedad más allá de pequeñas villas, ya que tiende a incapacitar a sus víctimas y matarlas rápidamente. Sin embargo, ahora el ébola está en Conakry, la ciudad capital, con dos millones de habitantes. 

Se volvió “viral”, y ahora la esperanza es que no se vuelva global. 

En esta ocasión los médicos africanos en  Guinea  dicen que la mayoría de los pacientes con ébola viene de pequeñas villas en el bosque y es improbable que viajen en vuelos internacionales. Además, no creen que la enfermedad se extienda ampliamente a un país occidental. 

Esta enfermedad se identificó por primera vez en la ahora República Democrática de Congo (antes Zaire) y en Sudán del Sur en África en 1976 y es conocida como una fiebre hemorrágica causada por uno de los cinco virus del ébola. Cuatro de ellos pueden causar malestar severo en humanos y animales, pero el quinto, el virus Reston, sólo afecta a animales. 

¿Cómo opera el virus del ébola?

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Con el ébola, hay un periodo de incubación de dos a 21 días, éste es el rango de tiempo que toma desarrollar síntomas después de que alguien esté expuesto.

Con un aeropuerto internacional cerca, eso significa que podrías estar en el otro lado del mundo antes de que desarrolles dolor de cabeza, fiebre, cansancio y dolor de articulaciones que componen los primeros síntomas de una infección de ébola. La diarrea, salpullido y sangrado vienen después. El hipo es un signo particularmente grave con el ébola. Significa que tu diafragma, que te permite respirar, comienza a irritarse.

Sabemos que el ébola, un virus sencillo con un genoma pequeño, es un asesino rápido, efectivo y sangriento.

La tasa de mortalidad es mayor al 50% y en algunos brotes llega hasta 90%.

El ébola parece matar en una forma inteligente. Al principio, desarma estratégicamente tu sistema inmunitario, lo que permite que el virus se replique sin que sea revisado hasta que invade órganos en todo tu cuerpo. Convence a tu sangre a que se coagule en sobremarcha, pero solo dentro de tus vasos sanguíneos. Mientras todos esos vasos sanguíneos se ahogan, el resto de tu cuerpo comienza a exudar debido a que los mecanismos de coagulación están ocupados.

Comienzas a tener hemorragia en el exterior de tu cuerpo. La nariz sangra, hay moretones, incluso un simple pinchazo se negará a coagular. Pero, es la sangre que no ves; la sangre en el interior, la que causa problemas más catastróficos.

Muchos pacientes mueren de shock, después de un promedio de 10 días.

A pesar del peligro real, el ébola no es tan fácil de “contraer”. Para que esto pase generalmente necesitas pasar mucho tiempo con alguien que está gravemente enfermo, y entrar en contacto con sus fluidos corporales que tienen la infección. Es por eso que los familiares y trabajadores de salud son los más propensos a enfermarse.

En las últimas tres semanas, al menos 104 personas murieron, incluidos 14 trabajadores de salud.

Con algunas infecciones, puedes verter y extender el virus mucho antes de que te enfermes. Eso no pasa con el ébola. Es solo después de que te enfermas y te da fiebre que te vuelves contagioso. Sin embargo, solo toma una cantidad minúscula para transmitir y matar. Una gota microscópica de sangre o saliva en tu mano podría entrar a través de una ruptura en tu piel. Y, ya sea que te des cuenta o no, todos tenemos rupturas en nuestra piel.

Los animales, portadores del virus

Los patógenos como el virus del ébola generalmente saltan de los animales a los humanos, un proceso llamado zoonosis.

Esto ocurre en áreas donde los humanos y animales entran en contacto continuo. David Quammen se refiere a esto como Spillover (Derrame), en su libro del mismo nombre. Una mezcla de patos, gansos, pollos, cerdos y humanos en el sureste de Asia ocasionó la gripe aviar, H5N1. El contacto entre cerdos y humanos llevó a la gripe porcina, H1N1; los cerdos y murciélagos fueron la receta para la fiebre Nipah en Malasia.

La mejor suposición es que los murciélagos también pueden ser una reserva natural para el virus del ébola, pero esto no se ha confirmado. Quammen dice que el ébola no entró a nuestro mundo; nosotros entramos a su mundo.

Los patógenos pueden ser depredadores, como leones, tigres y osos. Un virus en cierto sentido acecha a su presa; al esperar por el momento de oportunidad, y después atacar con furia. Debido a que puede permanecer silencioso durante años, también es fácil ver que el ébola es un fantasma asesino.

Presumiblemente, los brotes comienzan a través de algún contacto humano-animal, pero no sabemos qué es lo que lleva al ébola a asomarse. No sabemos cómo tratar la enfermedad o vacunarla. Ciertamente no sabemos cómo curarla.

No hay cura para el ébola, lo que se puede hacer es monitorear a una paciente presumiblemente infectado para ver si muestra algún signo de fiebre o de otro de los síntomas, de ser así, se debe aislar y tratar con líquidos, oxígeno y nutrición especial. 

Para quienes están cerca del brote de ébola en Guinea deben esperar 42 días o dos periodos de incubación para determinar si hay nuevos casos en estas regiones, de no ser así, entonces oficialmente el brote se ha terminado. 

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