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Consejos para resistir la tentación de los 'antojitos' en las vacaciones

Cuando llevas un estilo de vida saludable, ¿es valido salirse de las reglas durante las vacaciones?
mar 17 junio 2014 08:07 AM
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Nota del Editor: Adrienne LaGier participó en un triatlón náutico de Malibu junto con el médico Sanjay Gupta, como parte del reto de CNN Triatlón para la Nación en Forma en 2012. Este artículo se publicó originalmente en julio de 2012 en CNN, tiempo en el que LaGier estaba planeando su boda. 

(CNN)- No es fácil viajar a una ciudad que tiene las mejores alitas de pollo y las pizzas más ricas del mundo. Pero aquí hay algunos consejos que me ayudaron a sobrevivir mi semana de vacaciones de verano al oeste de Nueva York.

Planea ejercitarte. Aun cuando mi semana iba a estar plagada de planes para la boda me prometí a mí misma correr 5 km diarios. Mi dama de honor apartó una clase de body cardio para que asistiéramos en su gimnasio antes de nuestra cita con el florista. Llegué a casa de mis padres después de manejar durante 8 horas y media, y lo único que deseaba era comer la comida de mi mamá.

¡No fue de mucha ayuda que acabara de preparar hamburguesas de chili con carne, conocidas como Sloopy Joes, y un pastel de chocolate! Me resistí, pero experimenté mi primer antojo en mucho tiempo, y lo atribuyo a no haber hecho ejercicio en todo el día y a una cierta emoción que se apodera de mi cada vez que entro a la cocina de mi madre. Fui a correr 6.5 km la mañana siguiente y lo único que deseaba comer era avena. El correr y hacer pilates en el patio trasero de casa de mis padres me ayudó a centrarme.

Involucra a la familia. Estar de vacaciones se trata de pasar  tiempo de calidad con tus seres queridos . Programamos dos visitas a un local con trampolines donde tuve la oportunidad de brincar durante dos horas con mis amigas. Sorpresivamente, el brincar es un gran ejercicio aeróbico, además de ser muy divertido. Incluso me las ingenié para no ser aniquilada durante el juego de los quemados. Planear actividades divertidas en lugar de comer nos ayudó a mantenernos activos durante la semana.

Trae tu propia comida. Traje mi crema de almendra y mi avena orgánica, que es lo que desayuno rutinariamente. También traje una bolsa llena de calabacitas, chayotes, cebollas y pepinos. Después, cuando me detuve en una tienda local, compré unas samosas vegetarianas (es un tipo de empanada hindú) y channa masala (un guiso de garbanzos, también hindú) para cenar mientras mi familia comía carne.

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Para el largo viaje en coche, me lleve una hielera con plátanos, hojuelas de pita y hummus. Cuando nos detuvimos para comer, elegí un restaurante en lugar de los locales de comida rápida, así podría comer ensalada y beber mucha agua. Cuando mi papá me vio comer vegetales a la parrilla y una ensalada para la cena una noche, me preguntó: “¿estás segura de estar satisfecha después de haber comido solo eso?”. La respuesta fue sí,  puedes sentirte satisfecho después de comer una comida saludable .

Refleja tus metas. Cuando mi mamá me vio, suspiró. Finalmente me veía más delgada que ella. Dijo: “vaya, realmente eres una inspiración”. Al buscar los resultados previos a mi carrera de 5 km,  encontré una fotografía de Chris y yo de marzo. Nos vemos mucho más gorditos ahí. Ver las fotografías de nuestra despedida de solteros lo confirman. Hemos cambiado nuestras vidas y  una semana de vacaciones no iba a interponerse  en el camino. Ya en casa, cuando me subí a la báscula, me puse feliz al ver que no había subido de peso, aunque tampoco baje nada. 

Ahora bien, estoy lejos de ser perfecta. Me comí las 15 diferentes muestras de pastel que el repostero me dio a probar para decidir sobre nuestro pastel de bodas. Cuando el mesero trajo como sorpresa por mi cumpleaños un postre de helado, chocolate y crema flameada debo admitir que comí un bocado. Es triste admitir que me comí cuatro alitas de pollo, bueno… tal vez fueron cinco, y rompí mi racha de cuatro meses sin comer carne. Pero mi cuerpo pagó por ello. Realmente empecé a sentirme enferma. Mi cuerpo rechazaba este tipo de comida chatarra y pedía a gritos los vegetales. Lo bueno es que las vacaciones son cortas; no puedo esperar a regresar a mi rutina energizada por vegetales para nadar, andar en bicicleta y correr.

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