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Una familia apuesta con seis dedos que Brasil será 'hexacampeón'

La familia Da Silva considera que su peculiar característica genética dará suerte a la 'verdeamarela', que ya ha ganado cinco Mundiales
mar 24 junio 2014 10:21 AM
seis dedos
Familia Da Silva, seis dedos seis dedos

Ellos ya son hexa y esperan que Brasil también lo sea. La familia Silva, que ostenta seis dedos en cada mano, cree que esa peculiar característica puede funcionar como cábala para que la verdeamarela consiga su sexta estrella, esta vez en casa.

"Te apuesto una cena a que te muestro una mano con seis dedos", solía decir Silvia Santos da Silva a sus amigos. Quienes la conocían poco, aceptaban el reto, sin reparar en su sexta falange, detalle que también llevan 14 miembros de su familia.

"¡Dios mío!", se admiraban después cuando ella les mostraba la mano. Varios integrantes de la familia también tienen un sexto dedo en cada pie.

"Para nosotros es una ventaja. Como no nacimos con cinco, vivimos normalmente así. Yo, por ejemplo, digito con seis dedos", explica Silvia a la AFP.

Pasión por Brasil

Los Da Silva se hacen llamar los Hexa y son apasionados por el futbol de su país. Los más pequeños de la casa tienen camisetas de la selección con sus nombres. Creen además que, con ellos apoyando a Brasil, está garantizado el hexacampeonato.

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"Nosotros tenemos más dedos para cruzar e invocar a la suerte", dice Ana Carolina, hermana de Silvia, y quien también es hexa. Ana Carolina es madre de tres niños, y sólo el mayor de ellos, Bernardo, tiene la característica de la familia.

"Si tan sólo (en la selección) supieran la cantidad de dedos que están aplaudiendo por ellos...", agrega Silvia con una sonrisa. Los Da Silva tienen raíces en el estado de Maranhao, al noreste de Brasil, pero la familia se mudó a Brasilia en 1964.

"Voy aprovechar mi costumbre de celebrar la fiesta junina para reunir a los hexas en casa de mi hermana, ver el juego y apoyar a Brasil", explicó Silvia previo al juego con Camerún, que la selección brasileña ganó 4-1.

Las fiestas juninas coinciden con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, con música y danzas en honor a San Antonio, San Juan, San Pedro y San Pablo.

Ecografía para ver las manos

Cuando una mujer de la familia queda embarazada y llega la hora de la ecografía, la primera pregunta no es averiguar el sexo del bebé.

"La pregunta es: ¿viene con cinco o con seis dedos? Si es con seis, celebramos", explica Silvia.

Su padre, Francisco de Asis Carvalho da Silva, quien también tenía seis dedos, era conocido como Mister Six y tocaba el cavaquinho, una pequeña guitarra de cuatro cuerdas que se usa principalmente en la samba brasileña.

"Mi padre tenía tanto orgullo de tener seis dedos que transmitió esa energía para la familia. Incluso mis hermanos que nacieron con cinco dedos, son ellos los que se sienten diferentes", cuenta Silvia.

Pueden hasta tratar de hacer bullying a sus hijos en el colegio, pero eso no les afecta. "Que nos llamen de seis dedos, es un orgullo. El que quiere incomodarnos con eso, termina frustrado", comenta.

Más dedos para la guitarra

Francisco, padre de Silvia, fue uno de los fundadores de un club que difundía música y cultura brasileña en la capital, y sus descendientes también han aprovechado esa virtud para poder ejecutar arpegios en la guitarra.

Joao, hijo de Silvia, también toca la guitarra y estudia música en sus ratos libres, porque aún está en la escuela. Sus compañeros lo han apodado John Six.

Pero a Joao también le gusta la tecnología y los videojuegos, donde corre con ventaja frente a los amigos.

"Mis amigos siempre bromearon con eso pero a nosotros nos gusta ser llamados seis dedos. En los videojuegos ayuda bastante", comenta.

Si bien los hombres no tienen ningún problema con eso, las mujeres de la familia se han operado los pies para eliminar un dedo, para que no resulte incómodo usar sandalias.

Y al momento de los trámites de identificación, la huella digital del pulgar y del 'primer índice', por llamarlo de alguna forma, se marcan en el mismo espacio.

El médico les ha explicado que su peculiar característica responde a una mutación genética, pero ellos prefieren no entrar mucho en esos detalles. "Si no van a querer empezar a estudiarnos y nosotros somos felices así", aclara Silvia.

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