Futbol en ruedas: jugadores con polio crean su versión del 'jogo bonito'
Las personas con polio no son algo extraño en Accra, Ghana. Las más pobres a menudo se ganan la vida al mendigar, paseando por el tránsito de la capital de Ghana en patinetas caseras, buscando limosnas de los automovilistas que pasan. No es una vida fácil.
"Pasar entre los automóviles, es muy peligroso”, dice Aminu Yaro, mejor conocido como Smallee, un sobreviviente de polio que se mudó a la ciudad desde Níger.
"Los frenos de algunos conductores podrían fallar y el automóvil podría atropellarte”.
Aunque durante la semana, muchos optan por ignorar a estos hombres, los domingos, los ghaneses acuden en multitudes a verlos jugar un deporte que algún día podría ser un éxito en el circuito paralímpico: el futbol en patineta.
“Cuando llega el sábado, me voy a dormir temprano, porque sé que en la mañana del domingo voy a jugar futbol”, dice Yaro.
Yaro es miembro de los Rolling Rockets , un equipo de aproximadamente 40 sobrevivientes de polio. Como muchos tienen un uso limitado en las piernas, los hombres juegan una versión del futbol en patinetas, y golpean el balón con las manos.
‘Más grande que yo’
Para Albert Frimpong, el entrenador del equipo y único financiador, el futbol en patinetas es más que solo un juego; es un medio potencial para sacara a estos hombres de las calles.
"Inicialmente, la idea era que dejaran de limosnear, mejorar sus vidas. Esperaba utilizar al futbol como una forma de establecer un negocio; y proyectos que generaran ganancias para ellos”, dice Frimpong.
Como un hombre sano, Frimpong dice que el primer reto fue hacer que confiaran en él.
"Cada vez que veían que me acercaba, desaparecían”, recuerda. “Las personas los explotaron durante tanto tiempo que creían que haría lo mismo”.
Desde que comenzó el equipo hace nueve años, Frimpong dice que casi ha estado en bancarrota, al pagar no solo el equipo y transporte, sino también la comida y medicinas de los hombres.
"Llegó al punto en que terminé debiéndole dinero a tantas personas, que algunos me llevaron a la estación de policía”, dice.
"Asumí algo más grande que yo. Pero el deporte ha progresado y hay alegría en las vidas de estas personas”.
El máximo sueño de Frimpong es comprar un terreno y establecer una comunidad donde los hombres puedan entrenar, cultivar y ganarse la vida honestamente.
“Sí, es descabellado”, admite. “Pero es un sueño”.
En el centro de atención
Recientemente, el deporte atrajo la atención internacional.
El mes pasado, Chevrolet lanzó Rolling On , un pequeño documental sobre el equipo que forma parte de una campaña digital y en redes sociales sobre el Mundial y la empresa automovilística patrocinadora del Manchester United. Chevrolet contrató al director ganador de premios, Baff Akoto , para crear el comercial.
"(Los Rolling Rockets) juegan realmente duro. No es para peatones”, dice Akoto.
"La dinámica del juego podría ser diferente, pero existe la misma cantidad de atletismo, gracia, habilidades, compromiso y entusiasmo que en cualquier deporte”.
En 2012, la historia de los Rolling Rockets inspiró una campaña en Kickstarter para un documental subsecuente: Rollaball.
El director de la película, Eddie Edwards, dice que su interés en los jugadores está perdido en algunos ghaneses.
"Cuando filmaba, a menudo se me acercaba la policía, que decía, ‘¿por qué estás interesado en estos chicos? Son solo ladrones. ¿Por qué les prestas tanta atención?’”.
A través de la filmación y de conocer a los hombres, Edwards dice que aprendió a apreciar cuán incomprendidos son.
"Muchos de estos hombres vienen de antecedentes pobres, y sus familias no podían costear que fueran a la escuela, o fueron completamente desatendidos y forzados a vivir en las calles. Pero tienen un gran sentido del humor, un gran sentido de camaradería y un gran sentido de hermandad”, dice.
El precio de la fama
Edwards, quien pasó años filmándolos, dice que su creciente notoriedad ha sido un “arma de doble filo”. Admite que para algunos de ellos la fama se les ha subido a la cabeza.
"A medida que el equipo se popularizó, uno de los chicos, No Fear, comenzó a comportarse como Wayne Rooney. Comenzó a ‘enchularse’ y cambió su cabello”, dice Edwards.
Sin embargo su fama ha hecho poco para aumentar sus ingresos.
"La publicidad es buena, pero no nos ha dado ninguna recompensa en términos de finanzas”, dice Frimpong.
"Cualquiera que viene a filmarlos nos da suficiente dinero para el transporte y para pagar su agua, peor para el momento en que el juego se termina, el dinero se acaba”.
Desafortunadamente, no todos se percatan de que la fama no necesariamente significa dinero.
"Las personas en el tránsito a veces los reconocen de la televisión y creen que ganan dinero de sus apariciones y que no merecen la ayuda”, dice Edwards.