La enfermedad del virus del ébola arrasa en el occidente de África en el mayor brote del virus hasta la fecha. Las tasas de mortalidad actualmente están en 60% en una enfermedad en donde hasta el 90% de quienes la padecen pueden morir.
A pesar de esta letalidad no hay tratamientos con licencia o vacunas disponibles, casi 40 años después de que la enfermedad fue descubierta por primera vez.
En marzo, el ébola fue reportado por primera vez en
"Claramente esto
Dice que los 24 brotes conocidos de ébola hasta la fecha mostraron que debería ser controlado fácilmente. “No es cosa de ciencia estos brotes sino de epidemiología básica; control de infecciones, prácticas de higiene, rastreo de contacto y prácticas de entierro seguras”, dice Heymann sobre el virus, que se transmite a través del contacto con fluidos corporales. “El ébola en sí es su peor enemigo, es demasiado letal y no puede sostener su propia propagación”.
Aunque debe ser fácilmente contenido, esta vez algo salió mal. La ciudades capitales de Guinea y Liberia fueron alcanzadas, exponiendo a muchos más al virus y haciendo que aquellos con la infección y sus contactos fueran más difíciles de rastrear y aislar. El brote fue
La respuesta usual para los brotes de enfermedades es usar medicamentos para tratar la infección e impedir su transmisión, además se utilizan vacunas que protegen a quienes han estado expuestos y reducen o detienen la propagación del virus entre la población generando la inmunidad de grupo.
Con el
La biología del virus también dificulta el desarrollo de vacunas que crea una respuesta inmune lo suficientemente fuerte; la ocurrencia de múltiples formas del virus significa que se necesita una respuesta inmune contra estas, y la capacidad del ébola de replicarse rápidamente significa que podría evolucionar una resistencia a la vacuna igual de rápido.
A pesar de estos retos, existe un desarrollo de vacunas por parte de varias organizaciones, incluido el centro de investigación de vacunas en el
de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés); y algunos afirman que un brote es un momento perfecto para probarlo."No sería ético no reconocer que los nuevos tratamientos potenciales podrían salvar vidas y reducir la transmisión en este y en futuros brotes”, dice el médico Jeremy Farrar, director de la fundación altruista mundial,
. Farrar recientemente pidió que se utilizaran nuevos enfoques en el control del brote ya que ninguna otra oportunidad permitirá el desarrollo futuro de nuevos tratamientos o vacunas."Cualquier intervención nueva debe tener seguridad preclínica y datos de eficiencia, y datos de eficiencia en la Fase I en voluntarios saludables”, dice al describir el progreso lento de las fases involucradas en el desarrollo farmacéutico. “Pero, a final de cuentas no puede haber datos de la Fase II (eficacia de la vacuna) del ébola más que los adquiridos durante una epidemia”.
Peter Piot, director de la LSHTM, quien codescubrió el
Piot se refiere a la resistencia de las comunidades afectadas hacia los trabajadores de la salud y los
Las tensiones entre aquellos que controlan el brote y aquellos que son afectados por esta significa que probar vacunas en comunidades donde existe un brote no es respaldado por funcionarios de la OMS en la tierra. “Utilizar una vacuna experimental en humanos en medio de un brote en este caso no sería ético, factible o sabio”, según la OMS. Pero hay otras formas.
"Las vacunas probablemente son seguras y efectivas pero no son utilizadas por equipos de salud pública y no las utilizarán sin pruebas adecuadas”, explica el médico Peter Walsh, de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, quien desarrolla vacunas para su uso en primates como chimpancés y gorilas, quienes también son víctimas del virus. Las vacunas de Walsh mostraron una buena respuesta inmune cuando fueron probadas en chimpancés y sugiere probar las vacunas humanas incrementalmente en trabajadores de salud en lugar de en la población en general.
“Los
Este enfoque es respaldado por la NIAID, cuyos programas de vacuna de ébola progresaron más. “Respaldamos varias vacunas y todas están en una posición similar y alistándose para las pruebas de Fase I para seguridad”, dice el médico Mike Kurilla, director de su Oficina de Recursos de Investigación de Biodefensa e Investigación Traslacional.
“Si aprueban las pruebas lo que probablemente veremos en brotes futuros es a trabajadores de salud e investigadores de brotes tomando la vacuna bajo consentimiento informado”, explica Kurilla. “Trabajar con estos en un mayor riesgo te permitirá ver si la vacuna tiene un impacto”.
Es demasiado tarde en este brote para que las vacunas tengan un impacto lo suficientemente preventivo, pero el ébola surgirá de nuevo en el futuro. Si se puede probar la seguridad, el almacenamiento de vacunas podría mejorar el resultad de futuros brotes.
"Las vacunas permiten que se establezca un marco preparativo en lugar de uno reactivo”, explica Heymann. “Pero primero, debe mostrarse que es seguro en humanos”.
La capacidad de controlar epidemias futuras puede depender de esto.