Una joven con cáncer aplaza su decisión de tener una 'muerte digna'
Brittany Maynard dice que terminará aún con su vida, pero es una decisión que está determinada en cumplir.
"Todavía me siento lo suficientemente bien y todavía tengo suficiente alegría, todavía me rio y sonrío con mi familia y amigos lo suficiente, por lo que no parece que ahora sea el momento adecuado”, dice Maynard en un video enviado a CNN este miércoles. “Pero ya llegará, porque siento que me enfermo más. Ocurre cada semana”.
Maynard dice que tiene glioblastoma multiforme en etapa IV, una forma agresiva de cáncer cerebral terminal. En abril los médicos le dieron seis meses de vida.
La historia de la mujer de Oregon de 29 años se extendió rápidamente en redes sociales después de que revelara sus planes de tomar un medicamento para terminar con su vida .
Un video en el que explicaba su decisión obtuvo más de 8.8 millones de vistas en YouTube. Y se volvió una vocera prominente del movimiento “muerte con dignidad”, que defiende el derecho los pacientes terminalmente enfermos a recibir medicamentos que les permitan morir bajo sus propios términos. También se convirtió en un blanco de críticas por parte de las personas que se oponen a ese enfoque .
En su comunicado más reciente, un video de casi seis minutos producido y lanzado por el grupo de defensa de la elección para terminar la vida, Compassion & Choices, Maynard reconoce que algunos fueron escépticos con su historia.
"Cuando las personas me critican por no esperar más, o, ya sabes, lo que sea que deciden que es mejor para mí, duele”, dice, “porque realmente, me arriesgo cada día, cada día que despierto”.
El vocero de Compassion & Choices, Sean Crowley, rechazó la petición de CNN para hablar con los médicos de Maynard, al decir que “prefieren permanecer anónimos por ahora porque los oponentes de la muerte con dignidad a veces acosan a los médicos que dan recetas para ayudar a morir”.
Maynard dice que su salud empeoró. Describe un día reciente “aterrador” cuando tuvo dos convulsiones y no podía decir el nombre de su esposo.
"Creo que a veces las personas me ven y piensan, ‘bueno no te ves tan enferma como dices que estás’, lo que es difícil de escuchar, porque cuando tengo una convulsión y no puedo hablar después, ciertamente me siento tan enferma como estoy”, dice, mientras su voz se corta y llora.
Cuando comenzó a hablar por primera vez sobre su decisión, Maynard dijo que planeaba tomar los medicamentos que le habían recetado a principios de noviembre. En su video más reciente, dice que todavía espera ver cómo progresan sus síntomas antes de decidir una fecha.
Pero Maynard dice en el video que esperar demasiado para tomar esa decisión ahora es uno de sus mayores miedos.
"Lo peor que podría ocurrirme es esperar demasiado porque intento aprovechar cada día”, dice, “pero de alguna forma la enfermedad me quitó mi autonomía debido a la naturaleza de mi cáncer”.
Campaña nacional
Compassion & Choices dice que el video más reciente, que fue grabado el 13 y 14 de octubre, es parte de una campaña “para expandir el acceso a la muerte con dignidad en California y en otros estados en la nación”.
Maynard vivía en California, Estados Unidos, cuando los médicos le diagnosticaron cáncer cerebral.
"Tuvimos que desplazarnos de California a Oregon, porque Oregon es uno de los cinco estados donde la muerte con dignidad está autorizada”, dijo en una columna de opinión que escribió para CNN a principios de este mes.
Oregon, Washington y Vermont tiene leyes de “muerte con dignidad” que permiten que los residentes con enfermedades terminales y mentalmente competentes soliciten voluntariamente y reciban medicamentos recetados para acelerar su muerte. Las decisiones judiciales en Montana y Nuevo México autorizan a los médicos a recetar dosis fatales de medicamentos en esas circunstancias, aunque las resoluciones no se han vuelto una ley estatal.
Ahora, cambiar eso se ha vuelto parte de la misión de Maynard.
"Mi objetivo, por supuesto, es influir en esta política para un cambio positivo. Y me gustaría ver que todos los estadounidenses tienen acceso a los mismos derechos de salud”, dice en su video más reciente.
Pero dice que también se enfocó en metas más sencillas.
“En su mayoría se reducen a mi familia y amigos y a asegurarme de que todos sepan cuán importantes son para mí y cuánto los amo”, dice.
La familia apoya su decisión
El video también incluye declaraciones de la familia de Maynard. Su madre, Debbie Ziegler, dice que apoya a su hija.
"No es mi trabajo decirle cómo vivir, y no es mi trabajo decirle cómo morir”, dice. “Es mi trabajo amarla a través de eso”.
Su esposo, Dan Diaz, dice que toman las cosas día a día.
"Esa es la única forma de superar esto. Alejas todo lo material, todas las tonterías a las que nos aferramos como sociedad”, dice, “y te percatas de que estos momentos son los que realmente importan”.
La semana pasada, Maynard visitó el Gran Cañón ; un viaje que describe como lo último en su lista de cosas que debía hacer antes de morir.
Las fotografías en su sitio web la muestran a ella y a su esposo al borde del cañón, abrazándose y besándose. En el video, Maynard dice que espera que su madre y esposo puedan recuperarse después de su muerte.
“Entiendo que todos necesitan llorar, pero quiero que sea feliz, así que quiero que tenga una familia”, dice. “Y sé que podría sonar extraño, pero no hay ninguna parte de mí que quiera que viva el resto de su vida extrañando a su esposa, así que espero que siga adelante y se convierta en papá”.
Debate sobre la ‘muerte con dignidad’
El llamado movimiento “muerte con dignidad” es criticado por muchos grupos religiosos y del derecho a vivir, que lo consideran un suicidio asistido.
Y la decisión de Maynard, atrajo críticas de algunos líderes religiosos.
"Creemos que fue hecha a la imagen de Dios, y creemos que Dios determinó cuándo nacería y Dios debe determinar cuándo va a morir”, dijo Dave Watson, pastor de la Capilla del Calvario de Staten Island, a Brooke Baldwin de CNN a principios de este mes. “Ciertamente simpatizo con ella. Y cuando leo la historia, oro por la mujer y su familia. No puedo imaginar la agonía de una decisión así. Pero no creo que necesariamente digamos las cosas correctas sobre la muerte”.
Qué pasaría si Maynard hubiera mostrado una pistola en su video, en lugar de una botella de píldoras, preguntó.
Philip Johnson, un seminarista católico que dice que también fue diagnosticado con cáncer cerebral incurable, criticó la elección de Maynard.
"Un diagnóstico de cáncer terminal desplaza la vida de uno, y la decisión de buscar un suicidio asistido por un médico tiene como objetivo tomar un poco de control en medio de la agitación”, escribió en una columna publicada en el sitio web de la Diócesis Católica de Raleigh . “Es una tentación entendible tomar esta acción, pero eso es todo lo que es; una tentación para evitar una importante realidad de vida”.
Pero las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan tener voz y voto en cómo mueren, especialmente si el proceso no es descrito como médicos que ayudan a un paciente a “suicidarse”, sino a terminar la vida del paciente “con algún medio sin dolor”.
"Creo que hay una especie de movimiento allí”, dijo Arthur Caplan, profesor de Bioética en el Centro Médico Langone de NYU en Estados Unidos, a Don Lemon de CNN a principios de este año. “Cuando empujas a los estadounidenses a decir, ‘¿quieres opciones en este asunto?’ creo que muchos de ellos van a decir que sí”.
Caplan dijo que el primer video de Maynard donde hablaba sobre su decisión generó algunas preocupaciones.
“No querría que sintiera la presión de que tenía que hacerlo porque nos dijo que iba a hacerlo”, dijo.
Maynard señaló que no era suicida.
“Si todos mis sueños se volvieran realidad, de alguna manera sobreviviría a esto”, dice en su video más reciente, “pero lo más probable es que no lo se así”.
Brandon Griggs y Ralph Ellis de CNN contribuyeron con este reporte.