Una tipografía difícil de leer, una propuesta para entender la dislexia
No fue sino hasta que tenía 22 años y estudiaba en la universidad que Daniel Britton pudo terminar de leer un libro.
No es un estudiante flojo ni tiene problemas para leer, como le habían dicho sus maestros anteriores. Él es disléxico.
Los nombres y estereotipos que recibió Britton de niño son comunes. Las discapacidades para aprender basadas en el lenguaje afectan a uno de cada cinco estudiantes y la dislexia es la más prevaleciente. Sin embargo, este problema suele ser mal tratado y mal entendido.
“La gente que nunca ha sido disléxica no entiende lo que esto significa”, dijo Britton, que vive en Hartley, Inglaterra. Ahora un diseñador gráfico, el hombre usa sus talentos creativos para crear más conciencia y empatía para las personas con dislexia.
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Para hacerlo, diseñó una tipografía que intencionalmente es difícil de leer. Debido a que esto hace más lento el tiempo de lectura, simula el sentimiento de leer con dislexia.
Si bien los individuos con este padecimiento generalmente tienen una visión estándar, si tienen dificultades para relacionar los sonidos con palabras escritas.
Esto crea una barrera de aprendizaje. Britton, como muchos estudiantes disléxicos, reprobaba exámenes. Los 15 minutos adicionales que recibía para terminar los exámenes no lo ayudaban porque no podía leer las preguntas. Retomó matemáticas e inglés en varias ocasiones. A sus 18 años, su nivel de lectura era de un niño de 10 años.
La falta de éxito de Britton en la escuela lo dejó con opciones limitadas, así que buscó una carrera en una clase en la que sobresalía: diseño gráfico. La tipografía que diseñó comenzó como un proyecto escolar. Cuando envió el proyecto a la revista electrónica de arquitectura y diseño designboom, no esperaba que su trabajo pasara el proceso de competencia para ser publicado.
Al día siguiente de enviarlo, su correo electrónico estaba inundado con respuestas y solicitudes de entrevistas a los medios. No solamente la revista publicó su trabajo, sino que su tipografía resonó con las audiencias.
“No tenía idea de que sería globalmente aceptada en tan solo unos días”, indicó el diseñador.
El trabajo de Britton ha sido reconocido este mes por medios nacionales e internacionales. Pero las respuestas más gratificantes que recibió fueron agradecimientos de personas que ahora tienen una manera de explicar sus dificultades para leer con amigos y familiares que no tienen dislexia.
Estos mensajes motivaron al diseñador para que comenzara una campaña llamada Crowdfunder a fin de crear paquetes educacionales para su trabajo. Los paquetes serían enviados a las escuelas alrededor del mundo que buscaran utilizar esta tipografía. Quiere reunir unos 3,163 dólares (48,271 pesos) para cubrir la producción y los costos de envío hasta que las ganancias hagan que el proyecto sea auto-suficiente.
Cada paquete incluirá posters y cuadernillos que incluyan la tipografía, que busca educar a los padre y maestros que no entienden la dislexia. Britton se dirige a ambos grupos porque cree que los dos son cruciales para apoyar a la educación de los estudiantes con dislexia.
“Esta es la responsabilidad de todos”, indicó el diseñador. “Este paquete necesita ayudar a cada uno de nosotros”.
Si la gente tiene más empatía hacia la dislexia, el problema aprendizaje puede ser identificado más rápido y ser atendido de manera efectiva, permitiendo que los estudiantes aprendan al mismo tiempo que sus compañeros, dijo Britton. Por ejemplo, los niños con dislexia aprenden mejor usando audios o estilos visuales en lugar de texto.
Y para ellos, la educación igualitaria significa igualdad de oportunidades.
“Quisiera haber tenido más opciones cuando era más joven”, dijo el diseñador. “Si mi problema hubiera sido detectado o atendido de manera correcta, quien sabe qué hubiera sido”.
Incluso así, Britton no hubiera escogido vivir sin dislexia. En lugar de eso, cree que su experiencia puede ayudar a las personas que han sido malentendidas por mucho tiempo. Es por eso que quiere que los paquetes lleguen a la mayor cantidad de escuelas posible y a la brevedad.
“Si pudiera ayudarlos, eso significaría todo para mi”, puntualizó.