La industria aeroespacial en México es hoy una de las más sólidas y prometedoras. Y es que, según la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA) se espera que cierre 2013 con un crecimiento del 13% -superior, sin duda, al crecimiento de la economía del país, de 3.1%, previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para el mismo año-. Esto coloca a México como uno de los principales destinos de inversión en infraestructura aeroespacial a nivel mundial.
Sin haber cumplido una década, el ecosistema aeroespacial de negocios en México suma ya más de 267 empresas en operación (79% de manufactura, 11% de mantenimiento, reparación y operación, y 10% de diseño e implementación). Asimismo, genera aproximadamente 34 mil empleos en 18 estados y ha alcanzado crecimientos del 20% de 2004 a la fecha.
Las cifras siguen siendo alentadoras pues, a sólo dos años de distancia, la misma Federación supone habrán ya 350 empresas operando en suelo mexicano. Esto representará 37 mil empleos y exportaciones superiores a los US$7,500 millones con 30% de contenido nacional. Es evidente que se trata de una industria que habrá que tener en cuenta en todo momento.
En materia de finanzas empresariales, este auge en el diseño y fabricación de partes significa para las organizaciones mexicanas una especial atención en las transacciones en otras divisas por los próximos siete años. Más ahora que recientemente se anunció la posibilidad de que compañías nacionales participen como proveedoras en el mercado aeronáutico de defensa. El valor de esta última se estima mayor de cuatro a cinco veces que el de la aviación comercial, que alcanza rangos de US$600,000 millones.
Si de comercio exterior se trata, lo recomendable es que las empresas cuenten con un servicio financiero especializado en aduanas. Es decir, que sin importar con quién comercialicen puedan responder en tiempo y forma, dentro del marco legal, a solicitudes de pago, facturación, operación y financiamiento. Con un servicio especial con esta característica, se obtienen importantes beneficios, como:
- Pagos de impuestos por importaciones y exportaciones con la reducción de tiempo, costos y gastos.
- Detalles de cada operación en línea y bajo lo estándares de seguridad más altos del mercado.
- Pago de servicios relacionados a maniobras, transportes, etiquetado y almacenaje, entre otros.
- Cargos automáticos en línea.
No basta con manufactura de calidad. Integrarse al mercado internacional consiste en hablar el mismo lenguaje que organizaciones internacionales y trasnacionales ávidas de socios estratégicos mexicanos.