Noviembre llega con una noticia alentadora para la industria manufacturera: durante meses pasados las exportaciones alcanzaron una expansión anual de 11.8%. Y es que en julio y agosto solo reportaron un avance de 5.6% y 6.2%, respectivamente. El avance positivo se debió, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a que las ventas foráneas del sector automotriz mejoran con un repunte de 23% a tasa anual.
Durante el primer semestre de 2013, el sector automotriz inyectó a la Inversión Extranjera Directa US$2,400 millones. Asimismo, de acuerdo con la Secretaría de Economía (SE), se sumarán más de US$2,000 millones a los anuncios de inversión para lo que resta del año y el 2014, provenientes de cuatro de los ocho grupos automotrices que operan en el país.
Por lo pronto, la empresa de origen estadounidense Chrysler hizo una inversión por US$1,249 millones -US$1,085 millones corresponden a parte de la fábrica de ensamble del camión Promaster- en el estado de Coahuila. Con ello, se proyecta la generación de 1,100 empleos, al mismo tiempo que la fabricación y comercialización de unidades crecerá para superar los resultados de 2012: 455,000 unidades, 424,000 de las cuales fueron exportadas a 40 países de América, Asia, África y Europa.
México es el octavo productor de vehículos en el mundo, el cuarto exportador de unidades y el quinto lugar en la producción de autopartes. Por tanto, deberá impulsar la salida al exterior de manufactura de alto valor agregado; esto le permitirá en el mediano plazo diversificar sus exportaciones e ir a la conquista de mercados poco explorados como China y los países que componen la Alianza del Pacífico (TPP).
Por ahora, México más los 11 países del bloque TPP (Estados Unidos, Canadá, Japón, Chile, Perú, Singapur, Malasia, Nueva Zelanda, Australia, Brunéi y Vietnam) están próximos a pactar una apertura inmediata para 90% de su comercio, en tanto que el 10% restante será liberado en un máximo de 10 años. La apuesta es que los beneficios arancelarios se decidan de manera individual pues cada país es competitivo en determinadas industrias.
México tiene el reto de incrementar su manufactura de alto valor agregado para posicionarse como proveedor en economías poco exploradas en sexenios pasados. Aunado a ello, vendrá la necesidad imperante de modificar la manera de hacer negocios y, en ese sentido, resulta vital hacerse de socios extratégicos con experiencia en comercio exterior. Sólo así, las empresas nacionales tendrán las herramientas suficientes para integrarse a nuevos mercados con el pie derecho.