Listas carteras para invertir en el sector energético
Con la aprobación de las leyes secundarias, el último paso para dar luz verde a la Reforma Energética, no solo las trasnacionales ya preparan proyectos y recursos para formar parte del sector energético mexicano –cerrado a la iniciativa privada por más de 70 años–. Hay otros organismos interesados en financiar operaciones.
A escasas semanas de hacer la aprobación pública y oficial, varios fondos de inversión, banca privada, instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la misma Secretaría de Energía (Sener), ya preparan sendas aportaciones. Incluso, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) financiará proyectos energéticos.
La Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) ha mostrado interés en apoyar a través del financiamiento a proveedores de productos y servicios enfocados a resolver las necesidades de las grandes empresas energéticas. Esta asociación, que actualmente administra cerca de US$18,500 millones y que alcanzará los US$45,000 millones en los próximos cuatro años, analiza seriamente su participación como inversionista.
La Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) también ha hecho público su interés en invertir en el sector energético. Y es que con el objetivo de incrementar los rendimientos de los trabajadores, busca proyectos altamente rentables –como los enfocados en la exploración y explotación de hidrocarburos–.
El sector financiero busca invertir en el energético a partir del financiamiento a proyectos. Al día de hoy, se habla de una partida que supera los US$750,000,000. Y mientras que de los bancos interesados algunos eligieron como receptores del apoyo a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y a Comisión Federal de Electricidad (CFE), otros apostarán por la iniciativa privada.
Por último, Conacyt y la Sener destinarán $1,628 millones para la creación de tres centros de innovación de energías renovables. Esto a través de un fondo sectorial, en tanto que en 2014 ya entregó $1,330 millones que durante siete años contribuirán a la conformación del Centro de Tecnologías de Aguas Profundas.
Ante un ecosistema de negocios en el que inversionistas nacionales y extranjeros tendrán participación, es vital contar con la guía de instituciones financieras familiarizadas con el comercio exterior, los sectores energéticos mundiales y fondos de inversión. Estos recursos no solo llegarán a los grandes proyectos, sino que impactarán directamente a los proveedores de productos y servicios enfocados a la exploración y explotación de hidrocarburos.