En un país latinoamericano, como México por ejemplo, se tendrían que manipular 5,000 urnas para mover, hacia arriba o hacia abajo, el conteo de votos en al menos un punto porcentual, según datos de la OEA, para quienes el factor de ciberseguridad se ha convertido en una clave para asegurar una elección confiable.
Claudio Martinelli, director de Kaspersky Latinoamérica concuerda con el organismo.
“La ciberseguridad puede contribuir sin duda en el proceso electoral en sí para que todo transcurra sin duplicidad de votos y manipulación del sistema, que no haya interferencia en los datos, ahí hay mucha tecnología que puede servir, como blockchain por ejemplo, pero otro punto que hay que cuidar es la manipulación de información y eso es más de concientización”, dice Martinelli en entrevista.
Bolivia, un caso de manipulación digital
La OEA, como encargada de las misiones de supervisión de jornadas electorales en diversos países, publicó un reporte sobre las observaciones encontradas en este evento, las cuales puedan ser consideradas manipulaciones deliberadas o intentos de manipulación de las elecciones por algún actor externo.
El organismo considera la implementación de la tecnología y la ciberseguridad como uno de los elementos clave de sus reportes electorales, además de cuidar que transcurra con equidad de género y sin violencia. Aunque el organismo no tiene facultades más allá de detectar y transparentar lo que haya visto irregular en la jornada, en el más reciente reporte de las elecciones en Bolivia indicó algunas inconsistencias relacionadas a la ciberseguridad.