Este año, en México se producirán 1.2 millones toneladas de basura electrónica, 9% más que en 2020, un aumento impulsado por el crecimiento de la adquisición de productos tecnológicos.
Solo 10% de estos residuos se recolecta para su reciclaje, mientras que el 40% permanece almacenado en las casas o bodegas y el 50% restante es enviado a rellenos sanitarios o tiraderos no controlados. Ives Enrique Gómez Salas, coordinador general de Proyectos Residuos COP, una iniciativa implementada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), señala que México es el tercer país del continente americano en producción de residuos electrónicos. Y según datos de la consultora de mercados Statista, ocupa el onceavo lugar a nivel mundial en generación de basura electrónica.
Lo más alarmante del incremento que sigue registrando el país, apunta Gómez Salas, es su poco manejo y reciclaje, ya que el 6% de estos residuos contienen sustancias altamente tóxicas para las personas y el medio ambiente como mercurio, cadmio, cromo y vidrio de plomo.