Con esta, Tesla suma cuatro fábricas en Estados Unidos y se estima que gastó 5 millones de dólares en la compra del terreno en las afueras de Austin, además de 1,100 millones de dólares para construir la planta.
“Necesitamos un lugar donde podamos ser realmente grandes, y no hay lugar como Texas”, dijo Musk. “Vamos a pasar a una escala verdaderamente masiva”.
El hito se logró a dos años de que Musk declarara que Austin sería el sitio de la próxima Gigafactory de la compañía y menos de un año después de que Tesla trasladara oficialmente su sede a Texas desde California.