Este grupo, que se ha nombrado “Fruit Stand Workers United”, mencionó que el 21 de febrero habían votado para afiliarse con Workers United, un sindicato de trabajadores nacional que apoyó la sindicalización de colaboradores de Starbucks.
Las personas involucradas han mencionado a The Washington Post que Apple ha estado intentando convencer a los empleados de que sindicalizarse es una mala idea, por lo que han sido acusados de intentar sabotear los esfuerzos de sindicalización.
Sin embargo, solo se requieren las firmas del 30% de los empleados para que los organizadores puedan presentar una petición a la National Labor Relations Board para hacer una elección sindical. Hasta ahora no hay una sola tienda de Apple que haya logrado formar un sindicato.
Pero esto no ocurrió de la noche a la mañana. Desde febrero varios empleados de las tiendas de Apple planeaban sindicalizarse por las quejas ante los precios tan altos a causa de la inflación y las malas condiciones laborales.
Aunque Apple alegó que sí aumentó algunos de los beneficios, como un salario mínimo de 20 dólares la hora y más días de descanso justificado en caso de enfermedad, los colaboradores alegan que los salarios siguen siendo muy bajos y que el ambiente de trabajo es muy estresante, especialmente tras las nuevas restricciones por Covid-19. Además, mencionan que mientras Apple sigue teniendo ganancias abismales y que es una de las compañías más valiosas del mundo, sus trabajadores ‘de a pie’ viven en condiciones precarias.
La empresa de Cupertino no ha sido la única que se ha enfrentado a estos movimientos laborales. A principios de este mes, también en Nueva York, se creó el primer sindicato de Amazon en Estados Unidos pese a los esfuerzos de la empresa de e-commerce por sabotear la sindicalización.
A principios de este año, Apple aumentó los beneficios para los empleados minoristas de medio tiempo y de tiempo completo luego del informe de The Verge de que los empleados de las tiendas de Apple están luchando con salarios bajos y un ambiente de trabajo estresante. A lo largo de la pandemia, los trabajadores de este tipo de comercios también han tenido que lidiar con el cambio de la guía de máscaras, el cierre de las tiendas, así como con el requisito de presentar prueba de una vacuna de refuerzo COVID-19 o mostrar una prueba negativa de COVID-19 antes de ingresar a la tienda.