Apostar por una infraestructura en la nube adecuada a las necesidades de cada empresa es una de las decisiones más importantes en este año.
Lo primero que hay que entender es que la decisión de migrar a la nube es parte de una estrategia esencial de negocio y no solo una solución de TI.
Nube 2.0: Las empresas deben evaluar el valor de sus estrategias en la nube usando métricas, cambiando modelos de evaluación, y analizando qué es crucial para impulsar el crecimiento, la transformación y la innovación continua.
Nube soberana: Cualquier organización puede adoptarla para salvaguardar datos y sistemas valiosos de accesos no autorizados a nivel nacional o local, sin sacrificar los beneficios comerciales de la nube a escala, como la flexibilidad, agilidad y visibilidad.
Innovación en la nube: Las empresas pueden mejorar sus tiempos de respuesta y ahorrar. Se espera que los avances en inteligencia artificial, aprendizaje automático, realidad virtual y realidad aumentada para una inmersión en el metaverso refuercen el papel de la nube en los negocios y en la vida cotidiana.
Nube industrial: El cloud computing puede adaptarse de forma única a sectores específicos para aportar valor empresarial, no sólo operaciones de TI. Las empresas que invierten en soluciones industriales nativas para abordar problemas comunes pueden esperar un gran rendimiento.
Rotación de talento: Será necesario un esfuerzo colectivo global de empresas, gobiernos, instituciones académicas y organismos de la industria para dotar a los empleados formación y herramientas para prosperar en la nueva era de la innovación en la nube.
Las empresas que desarrollen proactivamente estrategias "cloud-first" para abarcar y dominar las nuevas tendencias estarán mejor posicionadas y obtendrán un rendimiento saludable de sus inversiones en este 2023.
Por: Rajeev Gupta, Country Head México y Nearshore Head LATAM para TCS (Tata Consultancy Services).
