Al abrir la aplicación, igual que en otras plataformas de video corto, como Shorts, el algoritmo funciona con base en los gustos del usuario, por lo que la interfaz será personalizada y mostrará opciones de música que le puedan gustar.
Si al usuario realmente le gusta la canción, podrá tocar la pantalla para reproducir la canción, ver el video corto o incluso utilizarla como la banda sonora de un Short para compartir nuevo contenido con sus seguidores.
Cuando se descubren nuevas canciones también se tendrá la opción de agregarlos a una biblioteca de YouTube Music, crear nuevas listas de reproducción, estaciones de radio alrededor del artista o incluso compartirlo con amigos.
La apuesta de YouTube por el video corto tiene la intención de competir con TikTok, una plataforma que creció intempestivamente durante la pandemia. De acuerdo con datos de Statista, el número estimado de usuarios activos mensuales fue de 814.5 millones a nivel mundial.
Tras su irrupción en el mercado de redes sociales, las compañías establecieron sus dinámicas alrededor del formato de video corto. Instagram, por ejemplo, abrió Reels, mientras que YouTube optó por los Shorts.
Incluso Spotify hizo un rediseño en su plataforma para mostrar contenido, desde música hasta podcasts en formato vertical y con base en imágenes, con el fin de descubrir más artistas o creadores de una forma más orgánica.
Félix Richter, analista en marketing de medios sociales de Statista, menciona que esta narrativa es tan exitosa debido a que es “altamente adictivo y apetecible para el usuario, pero también muy accesible para el creador”.
Por su parte, Juan Pablo Robert, líder de alianzas para medios de comunicación en YouTube Latinoamérica, dijo a Expansión que la aceptación de esta narrativa se debe a que requiere baja disponibilidad y compromiso por parte de los usuarios.