Pero el alcance de esta emisora no se limita exclusivamente a la región de la Huasteca, e incluso, Tolentino cuenta que en el municipio de Huayacocotla no se encuentran sus principales oyentes: estos se hallan más bien en comunidades alejadas y, especialmente, en Estados Unidos. Desde Queens, Bronx, Brooklyn y hasta Manhattan hay gente que escucha “De lado a lado”, uno de sus programas más populares.
Comienza con una cuarteta: “para ti / hermano paisano/ que tan lejos has viajado / y tienes a tu pueblo en el alma tatuado”, y a través de este programa migrantes mexicanos de Estados Unidos envían mensajes, recados y saludos mediante WhatsApp y Facebook para que se transmitan en la radio para que los reciban sus seres queridos, que se encuentran en los más recónditos rincones de la Sierra, a donde no llega otra señal más que la de Radio Huaya.
Tan importante es la presencia de Radio Huaya para estas comunidades que, incluso, Alfredo Zepeda, coordinador de la radio y locutor del programa, ha viajado desde Nueva York hasta Washington a transmitir desde ahí para las comunidades de la Huasteca.
https://www.youtube.com/watch?v=uU_C0jutBgY
Cuando la palabra hizo eco
“Ser un espacio cotidiano de comunicación que acompaña a los pueblos indígenas y campesinos en su lucha por una vida digna, con el concepto del Buen Vivir, fortaleciendo el pensamiento y acciones colectivo”. Esta es la misión de Radio Huayacocotla y, a lo largo de los años, han demostrado coherencia con ella.
Incluso, en 2016 , en el suplemento Ojarasca (La Jornada) , destacaron que la radio ha “sabido acompañar a las comunidades y a sus organizaciones históricas”, y ejemplo de ello es que a lo largo de los años trabajaron con los pueblos para denunciar a los caciques y sus pistoleros, logrando encarcelar al principal de ellos, hasta recuperar la tierra para las comunidades de Texcatepec, al norte de Veracruz.
Este esfuerzo colectivo y de décadas llevó a que, en 2021, en la inauguración de la decimotercera Bienal Internacional de Radio, La Voz Campesina recibiera de manos de Fréderic Vacheron Oriol, representante de la Unesco en México, el premio a la constancia.
Esto porque en sus inicios en agosto de 1965, Radio Huaya nació como una escuela radiofónica con el propósito de alfabetizar a distancia. Alfredo Zepeda, coordinador de la radio, comparte que no fue un camino fácil, pues durante décadas el gobierno limitó el permiso de transmisión a ondas de baja potencia, y Radio Huaya solo contaba con 500 watts en AM.
Fueron décadas de transmisión paciente, adaptando los aparatos receptores de muchas familias indígenas para que pudieran sintonizar la radio. Eso, agregado a la lucha conjunta exigiendo el derecho a la libre comunicación, fue lo que logró que en 2005 obtuvieran la licencia para transmitir en el 105.5 de FM, en el marco de la movilización de los pueblos indígenas reclamando frecuencias para radios comunitarias. El gobierno mexicano tuvo que ceder 27 permisos por primera vez en 40 años, y uno de ellos fue precisamente a Radio Huaya.
Desde entonces la radio no ha dejado de sonar por todo el país y se ha extendido a otras plataformas. Cuentan con su página de Facebook , Instagram, YouTube , SoundCloud y se encuentran trabajando para estar próximamente en Spotify.
Voces que representan y preservan una identidad cultural
“Son de Flor” es otro de los programas más escuchados de la radio y, a través de él, se escucha la música de tríos de la zona. Pero, este programa no solo sirve para disfrutar, cantar y bailar las melodías, sino incluso para preservar la ritualidad de muchos de estos pueblos.
Alfredo Zepeda comparte que, incluso, hay chamanes que hacen sus “costumbres” y “consultas” a la hora de este programa. “En la consulta debe de haber músicos para que haya curación. Entonces, te citan a la hora de la programación y te hacen tu limpia. Así se ahorran el trío”, dice.
Angélica comparte que, en sus inicios, la radio era mal vista, “para pobres” y por eso, despreciada. Pero en la actualidad, estas zonas cada vez recuperan más su lengua y sus costumbres gracias a que nunca se dejaron de transmitir en la radio. “La misma gente me dice que es importante escuchar esta radio porque estamos recuperando cosas que se habían perdido en muchas comunidades”, dice.
Por ejemplo, menciona que la “costumbre”, que ya se había perdido, ahora se ha recuperado en cinco comunidades gracias al programa Son de Flor. “Creo que de manera positiva, estamos recuperando la identidad de los mismos pueblos (...) porque ahí es donde hablamos de de las costumbres, de la lengua, de la cultura, de cada uno de esos pueblos”.
A pesar de todo, Angélica menciona que reconocen que la radio cada vez pierde más oyentes jóvenes y son los adultos mayores sus principales consumidores. Pero, una parte importante que han identificado es que “la radio se sigue escuchando en familia y con los mayores”, y eso asegura la perdurabilidad de la difusora.
Aunque en este momento uno de los principales retos de la radio es lograr una mejor digitalización y seguir ofreciendo contenidos que interesen a todo tipo de audiencias, no solo a los adultos, sino también con música para los más jóvenes, Radio Huaya no dejará de sonar y, por el contrario y gracias a la digitalización de sus contenidos, tal vez logre alcanzar los públicos a los que durante décadas no pudo acceder.