Esa amplia pared, todavía vacía, en la sala de miles de hogares mexicanos pronto estará ocupada por un televisor, más grande y de mayor calidad, asegura Antonio Hidalgo, CEO de Hisense México.
Más grandes y brillantes, así ve Hisense el futuro de las TV en México
Como veterano de la industria, uno que además parece perpetuamente de buen humor, sabe de tendencias y movimientos en el mercado, maneja las cifras del sector con agilidad y en medio de la vorágine de innovación que es el CES 2024, se toma el tiempo de reflexionar sobre el futuro del consumo en el país.
“La televisión se ha convertido en un símbolo hasta de ego”, asegura. “’Mira, compadre, ve la tele que compré’, y las personas presumen el aparato que adquirieron”.
Los televisores están entre los electrónicos más comprados en México, especialmente en épocas de rebajas como el Buen Fin e Hidalgo considera que en 2024 habrá un proceso de transición en el mercado hacia productos más avanzados y grandes.
De entrada, explica, las televisiones LED comenzarán a ser cosa del pasado, para abrir camino a los aparatos con mini LED. Esa tecnología permite una mayor concentración de luz y una resolución más grande, que eleva significativamente la calidad de la imagen.
Luego está el tamaño. Actualmente, en México se prefieren las pantallas de 55 a 65 pulgadas, sin embargo, este año comenzará la transición hacia aparatos de 75 pulgadas y más.
“Es un cambio enorme cuando lo mides”, dice Hidalgo. “Pasar de una pantalla, por ejemplo, de 85 a 100 pulgadas, no son solo 15 pulgadas, estamos hablando de un 30% más de superficie del aparato”.
Una pantalla de esas dimensiones representa incluso un reto de decoración.
“La televisión se convierte en un mueble”, comenta Hidalgo. “Los consumidores por eso también ya piensan mucho en el diseño, porque la tele tiene que verse bien con el resto del hogar por el tamaño”.
Uno de los televisores exhibidos por Hisense en el CES 2024 pretende atender esa preocupación. Se llama Canvas (lienzo en inglés), es muy delgado, con tecnología láser y se le puede colocar un marco de madera intercambiable de diferentes tonos y texturas. El dispositivo, además, trae precargadas obras de arte para simular ser un cuadro. De Van Gogh a Netflix hay solo un botón de distancia.
Hidalgo asegura que el CES 2024 representa el punto de salida de Hisense México para esta transición en el mercado, apalancados en la tecnología láser que caracteriza a sus productos y en la calidad que los consumidores comienzan a valorar de la empresa china.
“Este año es de la consolidación de muchas de estas tecnologías, de la TV láser, de los mini LED, que lanzamos desde 2023”, dice. “El CES 2024 marca el banderazo con el que Hisense busca consolidar tamaños grandes, tecnología premium a un precio accesible y correcto para todos los consumidores mexicanos”
Detrás del reto, Hidalgo asegura que está el respaldo industrial de una producción creciente de modelos que se han colocado con fuerza en el gusto de los consumidores.
Hisense, afirma, es ya la segunda empresa con más ventas de televisiones en México, mientras que otros de sus electrodomésticos, especialmente refrigeradores, también se han abierto camino en un mercado tradicionalmente complicado.
La apuesta en México creció con la inversión de 250 millones de dólares que se lleva a cabo en una planta en Monterrey, así como el incremento de 30% en la capacidad de producción en la que tienen en Rosarito, Baja California, que la marca china adquirió hace 7 años de Sharp.
Esa planta, presume Hidalgo, pasó de producir 500 mil televisiones el año de su adquisición a 8.5 millones al cierre del año pasado.
“Producimos televisiones que se ven desde Canadá hasta la Patagonia”, asegura. “Pero de todos modos, queremos ir por más”.