La empresa con sede en Shenzhen ha estado en el centro de una intensa rivalidad tecnológica entre Pekín y Washington durante varios años, por las advertencias de funcionarios estadounidenses que sus equipos podrían ser utilizados para espiar a favor de las autoridades chinas, acusaciones que Huawei niega.
Desde 2019 las sanciones desconectaron a la tecnológica china de las cadenas de suministro globales y componentes fabricados en Estados Unidos, lo que afectó fuertemente la producción de sus teléfonos inteligentes en ese momento.
Huawei no desglosó su beneficio neto. Al ser una empresa privada que no cotiza en bolsa, no está sujeta a las mismas obligaciones que otras compañías de publicar resultados detallados.
El margen de beneficio de la firma alcanzó el 13,2% en el período, por debajo del 15% hace un año, detalló, sin proporcionar otros detalles financieros.
Huawei sigue siendo el principal fabricante mundial de equipos para 5G, la quinta generación de internet móvil, y participa en proyectos de infraestructura en varios países.
En su momento fue uno de los tres principales fabricantes de teléfonos inteligentes a nivel mundial, junto con Samsung y Apple.
Sin embargo, las sanciones estadounidenses obligaron a la empresa a reorientarse hacia sectores como software, computación empresarial e incluso vehículos eléctricos bajo la marca Aito.
Con información de AFP.