Las grandes compañías de telefonía celular, como Telcel, AT&T o Movistar, requieren un mínimo de entre 2,500 y 5,000 usuarios para ofrecer servicios. Pero lugares como El Prado, con aproximadamente 500 habitantes, no representan un mercado atractivo para los gigantes de la telefonía y los datos.
“Es increíble llegar a un sitio y darte cuenta que no hay nada de conectividad, ni siquiera un teléfono. Es como viajar en el tiempo. Pero es gratificante ver cómo se va rompiendo la brecha digital cuando volvemos a la comunidad por temas de mantenimiento y la gente ya está conectada para enviar mensajes o para revisar sitios para continuar su educación”, dijo Alejandro Hinojosa, fundador de Co-Co, el nombre como la comunidad bautizó y ahora nombra a Connecting Company.
La falta de servicios de telecomunicaciones en zonas rurales ha puesto sobre la mesa la necesidad de crear redes alternas para contar con servicios cercanos y asequibles. En zonas rurales sólo seis de cada 10 personas pueden acceder a los servicios de conectividad, según datos de la ENDUTIH 2023. Pero actualmente Co-Co ha logrado que más de 30,00 personas en entidades como Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Baja California Sur, San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes, Durango y Veracruz, accedan a internet, a través de tecnología satelital con aliados como Starlink.
El proyecto, que inició con una inversión de 300, 000 pesos entre familiares y amigos, opera bajo tarifas asequibles para que los habitantes de éstas comunidades no encuentren mayores obstáculos para acceder al internet. Los precios van desde los 15 pesos hasta los 110 pesos.
“La idea era hacer todo vía satelital pero sabemos que esto es costoso. Por eso pensamos que para tener certeza del proyecto venderíamos el servicio desde 15 pesos mediante fichas y ahora residencial, y lo que resulte de esta venta de internet nosotros pondremos el resto para seguir llevando conectividad”, dijo Hinojosa.
Estos proyectos gestionados por empresas independientes que van a las comunidades permiten a sus habitantes no sólo desarrollar habilidades digitales, sino también generar nuevas posibilidades económicas. Las tienditas o los mismos pobladores han comenzado a ver en el internet la posibilidad de promover servicios o productos que comercializan, e incluso vender el servicio de Co-Co.
“Cuando empiezas a tener conectividad se impulsa el desarrollo local. Cuando voy a las comunidades me entero que los negocios locales se comunican por mensajes para avisar que tienen avena, carne, champiñón, entre otras cosas y eso sin duda promueve el desarrollo local”, dijo el fundador de Co-Co.
“Esto nos ha hecho decidir dejar de lado el tema de redes empresariales y dedicarnos exclusivamente a abrir las comunidades. Ahora buscamos hacer alianzas para continuar el proyecto”, dijo Hinojosa.
Buscar capital
El servicio de conectividad que en un principio llevó Co-Co a comunidades como El Prado correspondía a más puntos WiFi, pero ahora ha decidido que el internet llegue a las casas, pero esto ha implicado mayores inversiones para mejorar la tecnología satelital.
Co-Co utiliza tecnología satelital de órbita baja – que permite tener cobertura en zonas específicas – y geoestacionaria – que amplifica el espectro de sitios a donde se habilita el servicio de conectividad. Pero para mantener ambas tecnologías, la empresa busca fondeos. Por ahora, Co-Co colabora con New Ventures, una aceleradora de emprendimientos sociales, para obtener capital que le permita sostener y amplificar el proyecto, puesto que en el país hay una gran necesidad de conectividad en donde aún no llegan las telecomunicaciones. También han apostado por obtener alianzas con empresas para llegar a más comunidades.
Altán Redes y la estatal CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE TEIT) buscan cerrar la brecha digital del país, focalizando sus esfuerzos en sitios donde se encuentran las grandes empresas de telecomunicaciones e incluso los pequeños operadores, llevándolos a advertir riesgos económicos para sus proyectos, pero para Hinojosa el que la estatal y la Red Compartida busquen atacar su nicho de mercado, no significa que esto pueda traerles complicaciones, al contrario, ve con mejores perspectivas que el Estado y proyectos como Co-Co lleven infraestructura en dichos sitios.
“Creo que entre más será mejor. Creo que todos queremos estar conectados y si se tienen mayores opciones de servicio esto mejora la experiencia de los consumidores, en especial para los de zonas que por mucho tiempo han quedado sin la posibilidad de tener internet de una manera cercana y en especial inclusiva”, dice Hinojosa.