El sector de la conectividad navega por más incertidumbre. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) canceló el proceso de licitación de espectro radioeléctrico óptimo para 5G debido a falta de tiempo para que el propio regulador termine el proceso de subasta.
IFT cancela licitación 5G; espectro queda en manos de la Agencia de José Merino
La decisión del Instituto se da luego de que el pasado 27 de diciembre, José Antonio Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), advirtiera que actuaría de manera legal para anular la subasta de espectro. Para el funcionario la licitación propuesta por el regulador no estaba apegada a las necesidades de conectividad.
Pero las amenazas se materializaron el pasado 2 de enero, cuando la Agencia envió una solicitud al IFT para cancelar la subasta argumentando que la propia ATDT “no tendría elementos para continuar (la licitación) en los términos definidos por el Instituto”.
El IFT se mantiene como el Instituto con la facultad de licitar espectro radioeléctrico, pese a que por Decreto se ha eliminado a los organismos autónomos. Se requiere la emisión de las nuevas leyes secundarias para hacer efectivo el envío de atribuciones a la Agencia.
Pero el regulador reconoció que la licitación de espectro contemplaba una extensión hacia el primer trimestre de 2026, pero dado que el IFT se encuentra en vías de desaparición por la aprobación de la ley de simplificación orgánica, decidió cancelar el proceso.
“Es probable que el desahogo de algunas actividades para la licitación le correspondan a una nueva autoridad, una vez que se haya extinguido este Instituto. Ante esto, en aras de salvaguardar la certeza jurídica y regulatoria que debe prevalecer en todo procedimiento de licitación, se determinó cancelar la licitación”, explicó el aún órgano autónomo de las telecomunicaciones en un comunicado de prensa.
La licitación IFT-12 subastaría 2,223 bloques de espectro radioeléctrico de las bandas de 600 MHz, 800 MHz, 1500 MHz; 2.1 GHz (Banda AWS), en 1.9 MHz (Banda PCS) y en la banda 2.5 GHz, entre otras. Con la adjudicación de espectro se buscaba impulsar la penetración y mejoramiento de los servicios de internet y telefonía, así como una mayor oferta para disminuir la concentración del mercado y de paso generar un ecosistema digital para el nearshoring.
La subasta de 5G tomó tintes políticos por detentar la facultad del otorgamiento del espectro, pero también para retrasar el proceso de venta de espectro con la finalidad de preservar la banda de 2.5 MHz para Altán Redes, cuya empresa es propiedad del Estado.