La llegada de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) traerá consigo cambios en la industria aeroespacial. La Agencia Espacial Mexicana (AEM) desaparecerá para en que en el mediano plazo se conforme un organismo encargado de insertar a México en lo que se denomina la ‘nueva economía espacial’, ya que hasta ahora sólo se ha ubicado como una nación manufactura del sector.
Agencia Espacial Mexicana será sustituida por nuevo organismo gubernamental
La desaparición de la Agencia se dio a conocer luego de que se filtrara la carta de renuncia de Salvador Landeros Ayala, que fungía como director general de la AEM desde 2019 hasta el pasado 24 de enero de este año, señalando que en el país no se le ha dado la importancia al sector en términos presupuestarios y administrativos.
Gustavo Alonso Cabrera, comisionado en México de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), explicó que México actualmente enfrenta un retroceso en la industria espacial por la falta de un marco jurídico que permita que el país pueda impulsar sus propios desarrollos tecnológicos espaciales. Bajo esta óptica considera que la AEM requería de cambios estructurales, por lo que ahora estarán orientados a evolucionar a un Agente Gubernamental encargado de proponer una política espacial innovadora y moderna, a través de la Agencia presidida por José Antonio Merino, quien mantendrá un diálogo cercano con el Ejecutivo.
Dentro de los proyectos de la presidenta Claudia Sheinbaum está empujar a la industria espacial para que México empiece a colocarse entre las naciones más importantes de la industria. A nivel mundial, Estados Unidos, Francia y Alemania se encuentran entre los mercados más importantes del sector aeroespacial que implica el diseño, fabricación, comercialización y mantenimiento de aviones, satélites, naves espaciales y cohetes, según Statista.
“Lo que se busca es alinear diferentes políticas públicas para impulsar las actividades relacionadas con el espacio. Yo no creo que la desaparición de la Agencia Espacial sea un retroceso, sino una evolución para que México entre a la New Space Economy y pueda asociarse con agencias, empresas o personas que promuevan proyectos a fondo perdido o a tasa de retorno de inversión (ganancias)”, comentó Cabrera quien también es coordinador de la Industria Aeronáutica y Espacial de la Secretaría de Economía.
La nueva economía espacial es la creciente comercialización de la exploración espacial. Los inversores privados, las empresas y las empresas emergentes invierten y contribuyen a la exploración espacial.
“Me he reunido con algunos colaboradores de Merino y los estamos apoyando desde la Secretaría de Economía con estos temas y coordinaciones con otras Instituciones. Por eso estoy seguro que habrá un organismo para atender internacionalmente a la industria aeroespacial”, dijo el funcionario.