Para el gobierno la red de Altán tomó mayor relevancia en los últimos dos años, ya que a través de ella CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos pudo ampliar su cobertura para comercializar servicios de conectividad a nivel nacional como parte del objetivo del Estado de cerrar la brecha digital. Pero también al fusionar ambos activos, el gobierno podría de manera paulatina lograr eficiencias de inversiones.
En un comunicado, la CFE detalló que con la sinergia entre CFE y Altán se han instalado 11,383 torres. Entre enero de 2019 y enero de 2025, este despliegue ha permitido llegar a 82,178 localidades que concentran más de 24 millones de habitantes.
“Se trata de comunidades que tienen entre 250 y cinco mil habitantes. Con este proyecto se reducen barreras a la entrada en el mercado de telecomunicaciones, se conecta a las localidades más alejadas, y se contribuye a garantizar el derecho a la conectividad, refrendando el sentido social de la CFE”, dijo la estatal en un comunicado de prensa.
Desde 2022, CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos y Altán han trabajado con acuerdos de compartición de ingresos, pero la realidad es que ambas compañías enfrentan problemas financieros. CFE Telecomunicaciones está lejos de ser rentable al afrontar pérdidas de 8,931 millones de pesos debido a mayores gastos y costos para el despliegue de infraestructura, de acuerdo con datos obtenidos por Expansión a través de la plataforma de transparencia.
Mientras que Altán enfrenta una deuda de al menos 500 millones de pesos por impagos de uso y aprovechamiento de espectro radioeléctrico.
El Consejo también aprobó el Proyecto Quetzal, e instruyó a la Administración de la CFE a llevar a cabo las acciones que sean necesarias, a fin de dar cumplimiento a las condiciones establecidas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en su resolución emitida el 15 de enero de 2025, en la que autorizó la operación de concentración que le fue notificada.
Con información de Ana Luisa Gutiérrez