Sin embargo, en un informe presentado durante su reunión anual de primavera en Washington, el FMI advirtió que estos beneficios económicos no se distribuirán de manera equitativa a nivel global. Por ello, instó a los responsables políticos y a las empresas a implementar estrategias que minimicen los costos sociales y promuevan una mayor equidad en el acceso a los beneficios de esta tecnología.
Se considera que la adopción de la IA impulsará un aumento de la demanda de potencia de procesamiento de datos de alto consumo energético en los próximos años, incluso mientras el mundo se esfuerza por cumplir sus promesas de reducir las emisiones de carbono.
El FMI destacó que los centros de datos en el norte de Virginia, la región con mayor concentración de estos en el mundo, ocupan una extensión similar a la de ocho Empire State juntos.
Además, se estima que para 2030, el consumo global de electricidad -debido a la inteligencia artificial- podría más que triplicarse, alcanzando aproximadamente 1,500 teravatios-hora (TWh). Esto equivale al consumo actual de electricidad de toda la India y supera en un 50% la demanda proyectada de energía para vehículos eléctricos en ese mismo año.
La huella de carbono de este aumento dependerá en parte de si las empresas tecnológicas pueden cumplir sus promesas de reducir drásticamente las emisiones de los centros de datos mediante un mayor uso de energías renovables y otros medios.
¿La IA podría mejorar la eficiencia energética?
Con las políticas energéticas actuales, el FMI prevé que una adopción masiva de la inteligencia artificial aumentará las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 1.2% entre 2025 y 2030. Si se implementan políticas más ecológicas, este incremento podría limitarse a 1.3 gigatoneladas (Gt).
El FMI estima el costo social de estas emisiones entre 50,700 millones y 66,300 millones de dólares, basándose en un precio de 39 dólares por tonelada de carbono. Sin embargo, este costo sería menor que los beneficios económicos derivados del aumento anual del 0.5% del PIB global que la IA podría generar.