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La IA genera beneficios económicos que compensan el costo ambiental: FMI

En su último informe, el organismo aseguró que el costo social de estas emisiones adicionales es menor en comparación con los beneficios económicos que se espera obtener de la IA.
jue 24 abril 2025 02:00 PM
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Se considera que la adopción de la IA impulsará un aumento de la demanda de potencia de procesamiento de datos de alto consumo energético en los próximos años, incluso mientras el mundo se esfuerza por cumplir sus promesas de reducir las emisiones de carbono.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que las ganancias económicas generadas por la inteligencia artificial podrían incrementar la producción mundial en aproximadamente un 0.5% anual entre 2025 y 2030. Este crecimiento compensaría los costos asociados al aumento de las emisiones de carbono derivadas del uso intensivo de centros de datos necesarios para operar los modelos de inteligencia artificial (IA).

"A pesar de los problemas relacionados con el aumento de los precios de la electricidad y las emisiones de gases de efecto invernadero, es probable que los beneficios de la IA para el PIB mundial superen el costo de las emisiones adicionales (...) aún así se suma a la preocupante acumulación de emisiones", refirió en el informe titulado "Power Hungry: How AI Will Drive Energy Demand" (Hambre de energía: cómo la IA impulsará la demanda energética).

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Sin embargo, en un informe presentado durante su reunión anual de primavera en Washington, el FMI advirtió que estos beneficios económicos no se distribuirán de manera equitativa a nivel global. Por ello, instó a los responsables políticos y a las empresas a implementar estrategias que minimicen los costos sociales y promuevan una mayor equidad en el acceso a los beneficios de esta tecnología.

Se considera que la adopción de la IA impulsará un aumento de la demanda de potencia de procesamiento de datos de alto consumo energético en los próximos años, incluso mientras el mundo se esfuerza por cumplir sus promesas de reducir las emisiones de carbono.

El FMI destacó que los centros de datos en el norte de Virginia, la región con mayor concentración de estos en el mundo, ocupan una extensión similar a la de ocho Empire State juntos.

Además, se estima que para 2030, el consumo global de electricidad -debido a la inteligencia artificial- podría más que triplicarse, alcanzando aproximadamente 1,500 teravatios-hora (TWh). Esto equivale al consumo actual de electricidad de toda la India y supera en un 50% la demanda proyectada de energía para vehículos eléctricos en ese mismo año.

La huella de carbono de este aumento dependerá en parte de si las empresas tecnológicas pueden cumplir sus promesas de reducir drásticamente las emisiones de los centros de datos mediante un mayor uso de energías renovables y otros medios.

¿La IA podría mejorar la eficiencia energética?

Con las políticas energéticas actuales, el FMI prevé que una adopción masiva de la inteligencia artificial aumentará las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 1.2% entre 2025 y 2030. Si se implementan políticas más ecológicas, este incremento podría limitarse a 1.3 gigatoneladas (Gt).

El FMI estima el costo social de estas emisiones entre 50,700 millones y 66,300 millones de dólares, basándose en un precio de 39 dólares por tonelada de carbono. Sin embargo, este costo sería menor que los beneficios económicos derivados del aumento anual del 0.5% del PIB global que la IA podría generar.

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Según analistas independientes consultados por Reuters, las repercusiones económicas y medioambientales de la IA dependerán en gran medida de cómo se utilice y, sobre todo, de si puede dar lugar a un aumento de la eficiencia en el uso de la energía o a pautas de consumo global más sostenibles.

El Instituto Grantham de Investigación sobre Cambio Climático y Medio Ambiente afirma que podría incluso provocar una reducción global de las emisiones de carbono si acelerara los avances en tecnologías con bajas emisiones de carbono en los sectores de la energía, la alimentación y el transporte.

"Pero es improbable que las fuerzas del mercado impulsen por sí solas la aplicación de la IA a la acción por el clima", afirma Roberta Pierfederici, investigadora de Grantham.

"Los gobiernos, las empresas tecnológicas y las compañías energéticas deben desempeñar un papel activo para garantizar que la IA se utilice de forma intencionada, equitativa y sostenible", añadió, citando la necesidad de financiación y políticas de investigación y desarrollo (I+D) para abordar las desigualdades exacerbadas por los avances de la IA.

Con información de Reuters.

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