La televisión de paga no ha muerto, pero enfrenta retos para mantener su negocio por la llegada del streaming. Los datos demuestran esta situación si se toma en cuenta que al cierre de 2024, 38.1 millones de mexicanos prefirieron comprar una suscripción al streaming, según la ENDUTIH, respecto a los 21.8 millones de consumidores que aún le son fieles a la tv restringida, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
El Estado de México mantiene con vida el negocio de la tv de paga
Datos del IFT revelan que esta entidad, junto con la CDMX, son las que más suscripciones tienen a tv de paga a nivel nacional.
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Y aunque la televisión restringida enfrenta una menor relevancia dentro de los consumidores, el negocio de compañías como Sky, Izzi, Megacable, Dish, Totalplay, Star TV es mantenido por los usuarios de las entidades del Estado de México, Ciudad de México y Jalisco, según revela información del regulador de las telecomunicaciones.
A septiembre de 2024, el IFT publicó que la televisión de paga contó con 21.8 millones de suscriptores, representando un descenso de anual de 7.7%. Sin embargo, los estados que más adquieren el servicio es el Estado de México al registrar 2.8 millones de usuarios; Ciudad de México con 2.2 millones; y Jalisco con 1.8 millones.
La Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales (ENCCA) explica que uno de los motivos por los que aún los usuarios deciden adquirir el servicio de tv restringida es porque recibe una mejor señal de los contenidos, en especial de televisión abierta para ver canales de noticias y los de entretenimiento.
Otro factor que coloca al Estado de México, Ciudad de México como las entidades con mayores adiciones a este medio de entretenimiento es el económico. Según Inegi, estos estados son los que más aportan al PIB nacional debido a su poder adquisitivo.
Uno de los motivos por los que los consumidores deciden cancelar o suscribirse a la tv de paga es porque las empresas de la industria incrementan sus precios dos veces al año, debido a que la programación o canales para su parrilla programática son adquiridos en dólares, y los sobrecostos son trasladados a los suscriptores.
Por ejemplo, estados con menor proporción de acceso a este tipo de servicio son Chiapas y Oaxaca, según datos del regulador, en donde la economía supone un mayor reto para los mexicanos acceder al entretenimiento.
La tarifa promedio de la televisión de paga se ubicó en mayo de este año en 120.5 pesos, lo que implica un incremento de 4.4% en comparación con los 115.4 pesos que costaba el año pasado, pero aún por debajo de la inflación, según el índice de precios del Inegi.
El precio se coloca como el elemento más importante para adquirir o cancelar un servicio y más en momento de incertidumbre económica en donde el país enfrenta amenazas de estancamiento del crecimiento del PIB.
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