Tradicionalmente, los diseñadores o creadores de contenido multimedia se centran en la creación de la forma, mientras que los programadores le dan funciones. Con la IA ese límite se desdibuja y la programación empieza a reclamar un lugar, no en el desarrollo, sino en el diseño mismo.
Danny Wu, director de productos IA de Canva, señala que esto no significa que el trabajo de los programadores vaya a desaparecer, pues sigue habiendo habilidades técnicas y más profundas que se necesitan de su parte, sino que su intención, como en otros casos de aplicación de la IA, es transformar los flujos de trabajo de los profesionales y liberarlos de tareas repetitivas.
“La programación sigue siendo una habilidad valiosa, pero ahora está al alcance de más personas. La IA te ayuda a lograr mucho, incluso si no sabes programar. Y si aprendes, tus posibilidades se multiplican”, explicó Wu.
De acuerdo con el informe de investigación sobre herramientas de código de IA 2025, elaborado por Research and Marketers, el mercado global de herramientas de código de Inteligencia Artificial se valoró en 6,700 millones de dólares el año pasado, y se proyecta que alcance los 25,700 millones para 2030.
El director de productos IA de Canva, quien comenzó su carrera como programador, ejemplificó que, de manera interna, utilizan su generador de código para probar ideas rápidamente y luego pasar a construir proyectos de manera más robusta de la mano de los profesionales en el área.
Si bien el código generado puede ahorrar tiempo, de acuerdo con IBM, éste tiene una flexibilidad limitada y puede ser menos adaptable que el escrito por un programador. La tecnológica refiere que su ventaja está en agilizar las tareas repetitivas, minimizar el error humano y facilitar la creación de prototipos para convertir especificaciones de alto nivel en código funcional.
De acuerdo con Abel Fragoso, quien se dedica al diseño gráfico desde hace más de 13 años, el modelo de código de Canva se asemeja a su oferta de diseño: “una herramienta práctica para salir del apuro o si no tienes presupuesto para un diseñador o programador, pero no algo que te ofrecerá un producto único”.
Fragoso agregó que este tipo de herramientas también pueden funcionar para integrar a los equipos de trabajo, que cada uno comprenda qué hay tras la función del otro y logren soluciones rápidas basadas en IA que luego les permitan crear proyectos más complejos integrados al talento humano.
Este fenómeno no es solo una cuestión de conveniencia. Representa una nueva manera de pensar el diseño: más cerca del sistema, más próximo a la lógica, más involucrado en la experiencia funcional. Las herramientas como Canva Code, según Wu, permiten que el diseñador piense no solo en cómo se ve algo, sino en cómo reacciona, responde y se adapta.
El diseñador no necesita convertirse en programador para construir, aclaró, pero sí en alguien que piensa con lógica.