A partir del aviso, la Dirección de Administración comenzó a enviar correos electrónicos al personal para coordinar la devolución de equipos e información con el objetivo de concluir este trámite a más tardar el viernes 12 de septiembre, de los cuales Expansión tiene una copia.
También se envió una circular a los trabajadores de estatus de Servicio Profesional de Carrera con los documentos que requieren para acceder a su liquidación ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, del cual Expansión también tiene copia; mientras que los colaboradores de libre designación solo obtendrán un finiquito.
“A los trabajadores que solo obtendrán finiquito le será depositado el próximo 12 de septiembre”, dijo una de las fuentes.
La intención original del Ejecutivo era postergar el proceso hasta octubre; sin embargo, presiones internas adelantaron el calendario. Ahora, el objetivo es que, una vez que el Instituto quede formalmente extinto, entre en funciones de inmediato la CRT. “La Agencia de Transformación Digital presionó para concretar el relevo institucional cuanto antes”, aseguraron las fuentes.
Los perfiles que integrarán a la Comisión Reguladora no serán entrevistados antes de ser enviados al Senado para su ratificación. Entre los nombres que se barajan para ocupar esos cargos se encuentran Tania Villa y Víctor Rodríguez Hilario, ambos exfuncionarios del IFT que actualmente forman parte de la plantilla de la ATDT.
“Ya se tienen perfilados varios nombres. Se espera que la presidenta anuncie en estos días a los candidatos que propondrá, aunque no hay confirmación oficial sobre las lista de perfiles ni sobre la mecánica del proceso”, dijeron las fuentes, con conocimiento del tema.
Expansión solicitó a Presidencia información sobre si el Ejecutivo ya cuenta con la lista de ternas para la designación de comisionadas y comisionados del nuevo órgano regulador, y si planea enviarla al Senado antes del 15 de septiembre. Sin embargo, la oficina presidencial remitió a este medio con la Agencia de Transformación Digital, la cual a su vez pidió canalizarla a la Secretaría de Gobernación, instancia que hasta la publicación del texto no respondió.
La lista de ternas y su ratificación es elemental para concretar la eliminación del IFT. De acuerdo con el segundo transitorio del Decreto de la nueva Ley de Telecomunicaciones, el IFT quedará extinto un día después de que el Pleno de la CRT quede conformado por sus cinco comisionados, los cuales deben ser nombrados de manera escalonada y ratificados por el Senado
Expertos consultados consideran que la aceleración en la transición no es necesariamente negativa, aunque persisten dudas sobre si se respetará el procedimiento formal para aprobar a los comisionados de la CRT, ya que el sector necesita con urgencia certeza sobre quién lo regulará y bajo qué reglas operará el nuevo organismo.
Los nuevos comisionados
Mony de Swan, expresidente de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y analista independiente, aseguró que lo que más preocupa es la selección de comisionados, ya que ahora no habrá exámenes que garanticen los conocimientos necesarios de telecomunicaciones.
Los nombramientos de comisionados tenían una naturaleza técnica que política. Los postulantes eran elegidos tras una convocatoria pública y la aplicación de un examen por un comité de evaluación, formado por el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Pero la nueva Ley de Telecomunicaciones modificó esa parte, y ahora los aspirantes solo requieren de una experiencia en el sector de cuanto menos tres años.
“En 2013, cuando se creó el IFT, establecimos esos filtros para evitar que llegaran personas sin las credenciales técnicas necesarias. Lo digo con conocimiento de causa, porque yo mismo llegué sin contar con el perfil más adecuado, y eso termina pasándole factura tanto a uno como a la institución” advirtió el especialista.
Se prevé la integración de al menos dos elementos técnicos del IFT al Pleno de la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT), lo que podría dar continuidad en el proceso de transición institucional.
“Yo creo que es una buena noticia que haya funcionarios del IFT que pasen a la nueva comisión. Empezar desde cero sería muy complicado. Las personas que están en el IFT son expertas en su sector y tardan años en adquirir ese conocimiento”, explicó Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Regulación y Competencia en México Evalúa.
Según su experiencia, al haber formado parte del IFT, la curva de aprendizaje para un nuevo funcionario, incluso con formación en economía, derecho o telecomunicaciones, tomará hasta dos años para entender a profundidad el entramado regulatorio del sector.
Las preocupaciones no se limitan a lo técnico. En el diseño político del nuevo órgano se identifican riesgos importantes para su autonomía. Si bien se rescató el principio de colegialidad —es decir, que el regulador no quede en manos de una sola persona—, existe incertidumbre sobre la independencia con la que podrán actuar las y los comisionados.
“El verdadero problema es que estos comisionados pueden ser removidos por decisión directa de la Presidencia. Si toman una decisión que no sea del agrado del Ejecutivo, podrían perder su cargo. Eso genera un incentivo perverso: gobernar con miedo. Y un regulador técnico, para ser eficaz, necesita autonomía de gestión y de criterio”.
Mientras se prepara la llegada de la nueva Comisión Reguladora de Telecomunicaciones, el IFT entra en su recta final con dos semanas dedicadas al proceso de entrega-recepción y sus últimas sesiones de Pleno. Estas gestiones marcaron el rumbo de la industria durante la última década, pero ahora se adentra en un nuevo capítulo con más incertidumbre que certezas.