El mercado de drones en México se expande y evoluciona rápidamente gracias a los avances tecnológicos. Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) y especialista en telecomunicaciones, explicó que el país ocupa el tercer lugar en América Latina en la utilización de drones industriales para este rubro, solo por debajo de Brasil y Argentina.
Los drones son aliados clave para optimizar procesos en el campo, desde la dispersión de fertilizantes hasta la vigilancia de cultivos en zonas de difícil acceso. Esto es posible, en buena medida, gracias al desarrollo de la infraestructura satelital, que es fundamental para operar drones en regiones rurales sin conexión terrestre o móvil.
Industrias como la agricultura incorporan a los drones en sus tareas al permitirles monitorear cultivos, medir los índices de vegetación para saber qué tan saludable está, cuyos factores toman mayor relevancia ante el avance del cambio climático.
En el país, por ejemplo, en entidades como Durango se impulsa una estrategia para utilizar drones para mejorar las cosechas y su productividad, e incluso reducir costos. Otras industrias que incorporan drones a sus operaciones es la construcción, la inspección de infraestructura, el monitoreo ambiental, la cinematografía, la vigilancia.
“Los drones han encontrado aplicaciones crecientes en medios de comunicación, espectáculos, minería, vigilancia portuaria e incluso en protección civil gracias a que están equipados con cámaras, sensores y conectividad, permiten el monitoreo en zonas donde el ser humano difícilmente puede llegar”.
El crimen organizado adopta el uso de drones
Sin embargo, el avance de los drones también ha implicado un lado oscuro. En México, esta tecnología ha sido adoptada por grupos criminales para actividades ilícitas. Bravo afirmó que el bajo costo, la facilidad de operación y la disponibilidad en el mercado facilitan que los narcotraficantes utilicen drones como armas o herramientas de espionaje.
Esta realidad ha encendido las alarmas sobre la urgencia de una regulación clara y efectiva, que contemple desde el registro de equipos hasta el control en su distribución y uso. Actualmente la Dirección General Aeronáutica Civil (DGAC), que forma parte de la Agencia Federal de Aviación Civil, es la encargada de registrar los drones en México.
En mayo, el senador Antonino Morales de Morena presentó una iniciativa para regular la adquisición y comercialización de estos artículos.
“La regulación empieza por la colaboración primero, con el diálogo, con las empresas que producen estos drones, no para uso militar, pero que se les puede eventualmente dar un uso de cualquier tipo, pues para que cuiden el control y no sea discriminatorio”, consideró el especialista.
En el país algunas de las empresas que comercializan drones son: SZ DJI Technology, VAK, BINDEN, AV3 AEROVISUALy Wingtra.
A medida que el uso de drones se generaliza, el reto será equilibrar su enorme potencial productivo y social con la prevención de usos indebidos que pongan en riesgo la seguridad pública. México se encuentra en un momento clave para decidir cómo regular, aprovechar e innovar con esta tecnología que, sin duda, ya forma parte del presente.