Lokesh dijo que se trata “solo el comienzo” de la colaboración entre el gobierno y la empresa de tecnología, la cual, según un informe del medio local Economic Times, planea desarrollar tres campus de servicios de nube.
En julio, Google informó que el pronóstico de gastos en capital en el 2025 ascenderá a 85,000 millones de dólares, debido a la “fuerte y creciente demanda de nuestros productos y servicios en la nube”.
Asimismo, funcionarios estatales dijeron que la intención es duplicar sus proyectos y aumentar la capacidad informática de la entidad en los próximos tres años, convirtiendo a India en un mercado atractivo para la inversión en centros de datos, algo que también se replica en México.
Otras empresas que también están invirtiendo en infraestructura de Inteligencia Artificial y nube en India son Microsoft (3,000 millones de dólares en dos años) y Amazon Web Services (8,300 millones de dólares hacia 2030).
India el nuevo hub de IA en Asia
Estas inversiones demuestran el atractivo que ha ganado India a nivel de IA. El gobierno de Narendra Modi, presidente de India, lleva años apostando por transformar a la nación en el “taller del mundo” tecnológico y no lo suelta a pesar del lanzamiento de gravámenes de Trump.
Bajo el programa ‘Make in India’ se han liberado incentivos fiscales multimillonarios, subsidios a fabricantes de componentes electrónicos y programas de atracción de inversión extranjera directa, particularmente en sectores como ensamblaje de dispositivos, producción de cargadores y transformadores, incluso semiconductores.
Apple y Foxconn, por ejemplo, aumentaron su presencia en el país, lo mismo que Samsung y Dell, alentados por la idea de diversificar la producción que tenían en China. De hecho, en los últimos cinco años, las exportaciones de electrónicos indios pasaron de 7,200 millones de dólares en 2018 a más de 23,000 millones en 2023, según cifras de la Global Trade Research Initiative.
El gran objetivo es alcanzar 80,000 millones en exportaciones tecnológicas hacia 2030, una meta que parecía viable mientras Estados Unidos mostraba interés en diversificar su dependencia de Asia hacia un socio “democrático” como India.