Con el bigote intacto y colocado a "las diez y diez", fue exhumado el cuerpo del famoso pintor español Salvador Dalí para responder la demanda de paternidad presentada por Pilar Abel.
Los forenses se sorprendieron al retirar la lápida de tonelada y media que tapaba la tumba, y encontrar intacto el bigote del artista.
"Me quedé absolutamente asombrado, fue como un milagro", dijo Narcís Bardalet, el forense que embalsamó al artista en 1989 y asisitió ayer a la operación.
Por más de tres horas y a puerta cerrada, los peritos trabajaron la noche del jueves en la tumba del pintor, enterrado en el Teatro-Museo de Figueras. De su cuerpo extrajeron pelo, uñas y dos huesos largos, para obtener un ADN que será cotejado con el de Pilar, de 61 años, en el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid.
De confirmarse la relación padre-hija, ella podrá reclamar una cuarta parte de la herencia de Dalí, que actualmente pertenece en su totalidad al Estado español.
Lluis Peñuelas, secretario general de la Fundación Dalí , que administra el museo, criticó la exhumación como "un acto de violencia contra la persona difunta", pero según él se llevó a cabo sin incidentes, "preservando la intimidad de Dalí y el patrimonio del museo".
La respuesta a la pregunta de si Pilar Abel es hija o no de Dalí deberá esperar ahora algunas semanas. Más adelante, el 18 de septiembre, se presentarán las pruebas en el juicio previsto para despachar la demanda.