Diseño subterráneo: Un viaje por el metro de Moscú
(CNN) – Cuando se anunció la construcción del metro de Moscú, en la década de 1930, los habitantes de la ciudad quedaron fascinados inmediatamente con cómo se vería. Se decía que los diseños de las estaciones se exhibían en los aparadores de las tiendas de la bulliciosa calle Tverskaya, lo que alimentaba la curiosidad de los moscovitas respecto a la nueva red subterránea.
Lo que obtuvieron fue un laberinto de estaciones subterráneas, cada una con su propio estilo arquitectónico. Algunas celebraban el gran pasado barroco de Rusia, mientras que otras hacían referencia a la estética art déco de la época. En las ocho décadas que han pasado desde su inauguración, el sistema se ha expandido y ahora cuenta con más de 200 estaciones y estilos nuevos.
Es probable que los viajeros apresurados de la actualidad no pongan mucha atención a los murales o los coloridos mosaicos del metro. Pero el historiador de la arquitectura, Nikolái Vassiliev, espera volver a despertar el interés en los diseños de la red con la presentación del Mapa de Diseño y Arquitectura del Metro de Moscú . El mapa, con la curaduría de Vassiliev, destaca varias estaciones clave.
"Hoy percibimos mayormente un significado artístico e ideológico [en las estaciones], pero en [la década de] 1930, era más importante resolver los problemas de transporte de la capital soviética", dijo en una entrevista por correo electrónico.
La belleza oculta en el subsuelo
El hombre detrás del metro de Moscú fue el político soviético Lazar Kaganovich, un estalinista apasionado mejor conocido por su rol en la hambruna que devastó a Ucrania unos años antes. Su visión desembocó en un sistema de metro eficiente que transportaba a los ciudadanos por la ciudad y unas estaciones que propalaban una "visión de la década de 1930… como la importancia de distritos y direcciones de desarrollo particulares", de acuerdo con Vassiliev.
Dijo que la estación Mayakovskaya celebra la aviación. Si los pasajeros miran hacia arriba, descubrirán murales de aviones soviéticos surcando un cielo azul. Por otro lado, las estaciones de Novokuznetskaya y Avtozavodskaya muestran las proezas industriales de sus respectivos barrios. La primera, cerca del centro de la ciudad, contiene un mural gigante de Lenin, aunque se trata más de la idea del hombre que del hombre en sí. Su cabeza flota sobre imágenes de trabajadores a la izquierda y soldados a la derecha.
Muchas estaciones de la posguerra representan la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Las estaciones de finales de la era estalinista "muestran la grandeza y el patetismo de la victoria en estilo barroco ruso", explicó Vassiliev, quien considera que la estación Komsomolskaya es un ejemplo prominente con las dramáticas cartelas del techo y los mosaicos de los comandantes militares.
El legado del diseño
Por ahora, el metro de Moscú sigue cumpliendo su propósito original: llevar a la gente de un lado a otro. Pero al hacer un recuento de los detalles espectaculares de las estaciones, los transeúntes también podrían disfrutar una historia visual del arte y la arquitectura.
Es una apreciación que Vassiliev espera que continúe. Durante los pasados 10 años, ha buscado el estatus de protección patrimonial para el metro documentando sus obras de arte, presionando a las autoridades e incluso acercándose a los coleccionistas privados, quienes podrían estar interesados en ayudar a preservar las estaciones.
Recomendamos el Especial Rusia 2018: El valor del Mundial
"El metro es importante", agregó en una entrevista telefónica. "No solo es parte de la arquitectura o la infraestructura del siglo XX. El sistema de estaciones pertenece a todos. A diferencia de Moscú, que cambia rápidamente, el subterráneo ofrece algo estable".