La edición genética puede desaparecer a los mosquitos, ¿pero es una buena idea?
(CNN) – De acuerdo con un nuevo estudio publicado el 24 de septiembre en Nature Biotechnology, un grupo de investigadores volvió estéril a una población de mosquitos en un laboratorio usando la herramienta de edición genética CRISPR-Cas9 para alterar un elemento específico en el ADN de los insectos, el gen doublesex, aumentando así la posibilidad de erradicar por completo especies del insecto portadoras de enfermedades.
En el estudio, los científicos del Imperial College London utilizaron la tecnología para erradicar una población de mosquitos que pueden transmitir la malaria, centrándose en una secuencia genética que controla la determinación sexual. Después de varias generaciones, descubrieron que el 100% de estos mosquitos se vieron afectados.
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"La diferencia en el contenido genético entre el macho y la hembra es muy, muy mínima" en los mosquitos y en los humanos, dijo el autor del estudio Andrea Crisanti, profesor de parasitología molecular y microbiología en el Imperial College London.
Doublesex, como su nombre lo indica, controla cómo los mosquitos se diferencian en machos y hembras. Las hembras con dos copias del gen mutado no se desarrollaron adecuadamente y no pudieron reproducirse, mientras que los machos se desarrollaron normalmente y continuaron propagando la mutación. Las hembras mutantes tampoco desarrollaron la probóscide o trompa larga y tubular que necesitan para picar a los humanos y succionar sangre.
Además, el experimento pareció lograr lo que otros no habían podido: la propagación de estos genes mutantes no se vio obstaculizada por el desarrollo de resistencia por parte de los mosquitos.
"Hemos seleccionado un sitio objetivo que no puede ser mutado o cambiado por el mosquito sin pagar un alto precio", dijo Crisanti.
Los investigadores señalan que esto no prueba necesariamente que sus métodos estén blindados contra la resistencia que pudieran desarrollar los mosquitos. Y dicen que podría tener resultados muy diferentes fuera de los espacios pequeños y confinados y entre muchas otras especies de mosquitos, pues solo algunos portan el parásito que causa la malaria.
Pero cuando se trata de suprimir o extinguir una especie de mosquito, ¿no estamos abriendo una caja de Pandora y liberando en el mundo algo que no comprendemos del todo?, ¿el único gran impacto será un efecto positivo para los humanos, mientras que otros organismos, menos perjudiciales idealmente, tomarán el lugar de estos insectos en el ecosistema?
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"Esa es una pregunta abierta", dijo Catherine Hill, profesora del departamento de entomología de la Universidad de Purdue. "Estamos muy interesados en proteger la salud humana, pero al mismo tiempo proteger el medio ambiente".
Hill dijo que todavía estamos descubriendo de qué forma encajan los mosquitos en la cadena alimenticia y el medio ambiente en general. Las larvas, por ejemplo, son fuentes de alimento para algunos peces, incluido el pez mosquito. "No creo que todavía sepamos las respuestas a estas preguntas", advirtió Hill. "Tratamos de anticipar consecuencias no previstas".
Pero un gen como el doublesex, aunque es ubicuo entre los insectos, ha evolucionado de manera diferente en todas las especies, por lo que puede ser posible lanzar un ataque genético contra una especie sin afectar a otra. Los expertos dicen que el enfoque, entonces, no es aniquilar a todos los mosquitos, solo la pequeña fracción que importuna a los humanos y transmite enfermedades debilitantes y mortales.
"Hay más de 3,000 especies de mosquitos en el mundo, la mayoría de los cuales no se alimentan de las personas", explicó Bob Peterson, profesor de entomología de la Universidad Estatal de Montana y vicepresidente de la Sociedad Entomológica de Estados Unidos. "No es práctico ni deseable -en realidad ni siquiera es posible- aniquilar a todas las poblaciones de todas las especies de mosquitos. Nadie está pensando seriamente en eso".
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"El mosquito africano de la malaria es el animal más peligroso del mundo", dijo por su parte Conor McMeniman, profesor asistente del Instituto de Investigación de la Malaria Johns Hopkins. "Damos la bienvenida a toda nueva tecnología que pueda ayudar a controlar de forma específica y eficiente esta plaga en la humanidad, pero me gustaría advertir que tenemos que probar esto cuidadosamente y también involucrar a las comunidades en riesgo para ver cuáles son sus puntos de vista".
La Organización Mundial de la Salud estimó 216 millones de casos de malaria en 2016 y 445,000 muertes, siendo los niños menores de 5 años los más susceptibles.
Los expertos en salud y los entomólogos se han enfocado desde hace mucho tiempo en combatir los mosquitos que causan enfermedades, pero "las plagas de insectos tienen la asombrosa habilidad de adaptarse y superar nuestros mejores esfuerzos para controlarlos y el daño que causan", dijo Peterson.
En los últimos años, los científicos han infectado a otra especie de mosquito con la bacteria Wolbachia, volviéndolos estériles. Muchos esfuerzos han implicado tradicionalmente insecticidas, que son mucho menos focalizados y pueden tener un impacto perjudicial en el entorno y las especies cercanas, anotó McMeniman.
Aunque los expertos califican el nuevo estudio como un gran salto en una dirección positiva, algunos anticipan "problemas y resultados inesperados", en palabras del entomólogo médico Donald Yee, profesor de la Universidad del Sur de Misisipi.
"Va a ser casi imposible eliminar los mosquitos de cualquier especie, dado que hacerlo requiere esfuerzos coordinados de los gobiernos, los científicos y el público", dijo Yee a CNN en un correo electrónico. "Con muy pocas excepciones en la historia de la humanidad, los humanos simplemente no hemos sido muy buenos para eliminar a los mosquitos, incluso durante cortos períodos de tiempo".
Yee indicó que los mosquitos que nos preocupan -los principales portadores de enfermedades como la fiebre amarilla y el dengue- no son nativos de muchos lugares donde transmiten la enfermedad a los humanos. Aunque pocos estudios han analizado la importancia de los mosquitos en sus hábitats, Yee no espera que su eliminación afecte enormemente esos entornos.
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Crisanti dijo que participa en una futura investigación sobre el papel que juegan los mosquitos en la cadena trófica o alimenticia, y la forma en que funcionará esta tecnología de edición genética en espacios que imitan mejor las condiciones tropicales, aunque podrían pasar años antes de que ésta llegue al mercado.
Y el tiempo es esencial, dijo Hill. En los próximos cinco a diez años, opina, los científicos "absolutamente tienen que inventar nuevas tecnologías que reemplacen las estrategias convencionales anteriores" y que funcionen en concierto.
Con el cambio climático y una población humana en crecimiento, "creo que vamos a ver más epidemias" de enfermedades transmitidas por mosquitos, agregó Hill. "Y veremos esas enfermedades en lugares donde no las hemos visto antes".
"Es una constante carrera armamentística entre nosotros y el mosquito y los patógenos que transmite", apuntó. "No creo que vaya a desaparecer jamás, y no veo un remedio mágico".