Publicidad
Publicidad

Los locales de Las Vegas perdieron en su apuesta por la F1

Aunque el evento tuvo una actividad económica de 1,200 millones de dólares, locales de esta ciudad compartieron que no tuvieron las ganancias esperadas.
lun 27 noviembre 2023 06:00 AM
las-vegas-f1-2023
Gradas obstruyendo la vía pública en frente del hotel The Mirage.

Las Vegas, Nevada. Hace nueve días que fue la Fórmula 1 (F1) en Las Vegas, Nevada, pero los fierros aún no abandonan las calles. La apuesta por convertir Las Vegas Strip, una de las áreas turísticas más concurridas del mundo, en una pista para carreras fue arriesgada y con algunas pérdidas. Entre ellos, los casi 6.12 kilómetros de construcciones que desde hace meses frenan a los locales y, días después del evento, lo siguen haciendo.

Publicidad

“La experiencia de la F1 fue terrible y aún es un desastre”, reclama Anthony, un taxista que lleva más de 15 años manejando estas calles. Funcionarios de turismo de Las Vegas y de la F1 estimaron una actividad económica de 1,300 millones de dólares, aunque solo ingresaron 1,200 millones, y Anthony, como muchas personas de la ciudad, no recibió un solo dólar por este evento. “Era un caos. Estaba tan bloqueado todo que no nos podíamos mover. Tuve que detener mi trabajo una semana entera. No quiero que vuelva la F1”, dice contundente.

Anthony no fue el único afectado. Susan, una empleada en una tienda de conveniencia en el hotel Caesars Palace, dice que los problemas comenzaron desde mucho antes. Esto porque, para llegar a trabajar, los trabajadores de esta zona solamente tienen dos alternativas: un vehículo privado o el autobús.

“Desde que comenzaron las construcciones hace meses ha sido terrible. La ciudad es muy pequeña y no estaba preparada para esto”, dice Susan. El tiempo para llegar a su trabajo pasó de 20 minutos a más de una hora a causa del tránsito. “El día de la carrera fue el infierno. Teníamos que llegar, pero todo estaba completamente bloqueado. Yo llegué con casi 45 minutos de retraso y aún así nos descontaron los puntos del día”, dice.

Los organizadores del Gran Premio de Las Vegas reportaron la asistencia de más de 315,000 espectadores al evento, aunque esto no necesariamente se reflejó en oportunidades de negocio para todos.

El Outback Steakhouse, un restaurante ubicado enfrente del hotel The Mirage, suele estar lleno los jueves por la noche según la anfitriona. Esperaban tener mucho movimiento e incluso, por ello, contrataron personal. Sin embargo, un video de X reveló que aquel día, la pista de ese local estaba abandonada. No había una sola persona, pues era imposible acceder al negocio.

Publicidad

Una pista con obstáculos

La empresa alemana Tilke fue la responsable del diseño de las pistas de la F1, que comenzaron a planearse hace 26 meses, de acuerdo con lo reportado por The Washington Post . Las calles se debieron adecuar a vehículos de alto rendimiento que alcanzan casi 350 kilómetros por hora, y esto implicó todo un cambio en la infraestructura.

Se eliminaron de cinco a 10 pulgadas de asfalto y, en su lugar, se reemplazaron por 60,000 toneladas de pavimento de capa base y 43,000 toneladas de pavimento intermedio y superficie de carrera.

Además, parte del descontento de Susan es que, para poner una enorme tribuna para los espectadores, cortaron los emblemáticos árboles frente a las Fuentes de Bellagio, que durante más de dos décadas han proporcionado sombra en el strip.

"Este trabajo es parte de los preparativos para el Gran Premio de Las Vegas y nuestros esfuerzos para brindar la mejor experiencia posible a través de una mejor visibilidad, movilidad y acceso peatonal y seguridad", dijo MGM Resorts International, la empresa matriz de Bellagio, en un comunicado proporcionado a The Nevada Independent. La decisión provocó una petición instando a la firma a comprometerse a plantar nuevos árboles en otras áreas del valle de Las Vegas.

Si bien se cumplieron las expectativas de los participantes, el evento tampoco contó con la afición local. Al menos, una queja común fue que se les impuso un evento que nunca pidieron y que ni siquiera pudieron disfrutar.

Todd, un mesero en un restaurante en el hotel The Venetian, fue uno de los pocos entrevistados que admitió que le gusta mucho ver la F1, “pero preferí verla en la tele porque desde aquí hicieron todo lo posible para que nadie que no hubiera pagado un boleto pudiera ver”, dijo.

Parte del diseño de la infraestructura de la carrera fue colocar mallas. La F1 informó que el propósito de éstas eran por cuestiones de seguridad, mientras que los locales están convencidos de que se pusieron para que las personas que no pagaron boletos —cuyos precios oscilaron entre 500 y hasta 7,000 dólares— no pudieran ver nada.

Nueve días después del evento, Mario, un migrante poblano de la tercera edad, limpia las calles de Las Vegas Strip como lo ha hecho durante 20 años. “¿La F1? supongo que fue algo positivo porque vino mucha gente, pero al final los que ganan son ellos. Yo limpié y seguiré limpiando como cualquier día normal”.

Publicidad
No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad