Desde tiempos remotos el chocolate ha jugado un papel importante en la vida de la sociedad, ya sea como bebida de los dioses aztecas o como afrodisíaco consagrado el derivado del cacao siempre ha estado estrechamente relacionado con el placer. El chef francés Pierre Hermé, Picasso de la pastelería, encuentra una forma más de disfrutar este manjar con un cofre especial donde propone un whisky distinto para cada variedad de chocolate. En el cofre, un Dalmore 12 años es maridado con chocolate con leche y almendras tostadas. Los acentos frutales de Power de 12 años se intensifican con chocolate oscuro praliné, mientras que el chocolate amargo es perfecto para degustar el Nikka blanco puro de malta.
Precio: 45€