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4 recorridos para enamorarse de Francia

Conoce estos destinos para los que se aventuran a llegar más allá de la Torre Eiffel; lugares que mostrarán al visitante el corazón de la cocina y del pasado galo.
mié 28 abril 2010 06:00 AM
En la ciudad de Sarlat, Dordoña se encuentran las construcciones medievales, en cuyas cocinas se conoce el verdadero sabor de la cocina francesa. (Foto: Cortesía visitperigord.com)
francia-castillo (Foto: Cortesía visitperigord.com)

Un viaje a Francia seguramente te remite a imágenes de París con paseos por la Torre Eiffel, un picnic en las Tullerías o un café en los Campos Elíseos. Lo cierto es que, más cerca de lo que te imaginas de la 'Ciudad Luz', se encuentran algunos de los monumentos y paisajes más bellos del país, que te permitirán conocer su historia y gastronomía a fondo.

1. La ruta de la champaña

A tan sólo 45 minutos en tren desde París, te esperan cuatro monumentos catalogados como Patrimonio de la Humanidad (la Catedral de Notre Dame, el Palacio de Tau, la Basílica de Saint-Remi y el Museo Saint-Remi).

Sin embargo Reims es famoso por ser el centro de la producción del rey de los vinos: el champagne . Aquí se encuentran algunas de las casas champañeras de mayor prestigio mundial. Sus bodegas, a menudo instaladas en túneles galo-romanos se extienden por los 120 kilómetros de la ruta de la champaña.

Entre ellas se encuentra el Hôtel Particulier du Marc uno de los edificios más antiguos de Francia, ahora casa y bodega de Veuve-Clicquot, en la que selectos viajeros son invitados para disfrutar del castillo con todas sus comodidades y disfrutar una cata de champaña y una deliciosa cena. Después de una comida de reyes en el restaurante ganador de una estrella Michelin, Le Millenaire , pasa una noche en una cama de princesa.

2. Entre jardines y castillos

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Un recorrido por el Valle del Loira, conocido por su valor cultural, es como transportarse al pasado. Sus majestuosos castillos (algunos de ellos considerados patrimonio mundial por la UNESCO) y aldeas históricas rodeadas de árboles, serpenteadas por el río Loira le han valido el sobrenombre de “jardín de Francia”.

Para realmente apreciar la magnitud de estas construcciones, invaluables obras arquitectónicas del Renacimiento, no hay nada mejor que un paseo en globo . El vuelo dura alrededor de una hora y sale de los castillos más populares de la región como el de Bloise y Amboise. Parte de la experiencia empieza desde que preparan el globo, por lo que vale la pena llegar un poco antes para ver todo el proceso.

Una vez en el aire podrás apreciar el reflejo de los castillos en los espejos de agua y el paisajismo de sus enormes jardines. Ya en tierra firme, te espera una copa de champaña para rematar tu día como si pertenecieras a la nobleza.

3. Una "deliciosa" belleza medieval

A tres horas en tren de París se encuentra la región de Dordoña – Perigord conocida por sus pueblos medievales, iglesias románicas y naturaleza preservada. En sus diversos paisajes crecen algunos de los ingredientes que caracterizan la gastronomía de la región como setas, trufas, nueces, castañas y aves (gansos y patos) que hacen del foie-gras uno de sus platillos más populares.

Para conocer a fondo la gastronomía y la historia del lugar te recomendamos hospedarte en una de las casas rurales de la región (bed and breakfast) que ofrecen clases de cocina y funcionan como punto de partida para descubrir los alrededores.

El tour empieza con una visita al mercado de Sarlat donde se compran los ingredientes necesarios para preparar el foie, seguido de un taller en el que aprenderás a prepararlo. Fuera de la cocina hay visitas guiadas a la ciudad medieval de Sarlat, al castillo feudal de Beynac o un día de campo en los jardines de Marqueyssac. Como regalo de despedida una merecida cena gourmet, acompañada de los alimentos que preparaste listos y empacados para que te los lleves de regreso a tu propia cocina.

4. Naturaleza sofisticada

Antiguamente se le conocía como el Canal Real de Languedoc . Sus 240 kilómetros que conectan el océano Atlántico con el Mediterráneo fueron pensados con fines comerciales. Hoy este trayecto de Toulouse a Carcasona es patrimonio mundial de la UNESCO y una gran forma de conocer el sur de Francia a través de su naturaleza.

Los barcos salen de la histórica ciudad de Toulouse (conocida por sus construcciones de ladrillo rosa), en donde varias compañías rentan desde barcas tradicionales hasta modernas lanchas-casa.

Una vez en el canal podrás asolearte, pescar o zambullirte en el agua, ya que está permitido nadar en todo el trayecto. Algunos barcos cuentan con bicicleta (si no es así puedes rentarla), para pedalear por las pistas que se encuentran a las orillas del canal. El recorrido dura alrededor de diez días pero tu puedes llevar tu propio paso, amarrar tu barco donde desees y visitar las ciudades históricas que más te interesen.

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