El blindaje implica cambio de hábitos
Aun cuando se tenga el privilegio de contar con un auto blindado último modelo, de poco o nada sirve si no se acompaña de una estrategia adecuada de manejo.
Aunque parezca increíble, hay usuarios con tal exceso de confianza que, según Fernando Echeverri Posada, vicepresidente de la AMBA, cometen la siguiente imprudencia:
“Andan en carro blindado con la ventana abajo, y eso lo he visto seguido en la calle”.
Manejar uno de estos vehículos implica cierta disciplina basada en el principio de mantener un entorno seguro, por lo cual Echeverri recomienda a sus clientes que bajen de sus autos solamente cuando lleguen a casa o a un lugar con estacionamiento cerrado y vigilado, nunca en plena avenida.
También es importante que las personas aprensivas estén totalmente conscientes de la seguridad extra con la que cuentan al trasladarse en un coche blindado, porque a la hora de algún incidente, la mente puede decirles lo contrario.
“Hemos tenido casos en que a nuestros clientes les ponen una pistola en la ventana y se asustan tanto que bajan el vidrio o abren la puerta; desafortunadamente en ese momento se les olvida que van en un carro blindado”, expresa Echeverri.
Esta consciencia también debería de activarse cuando se pisa el acelerador, porque el blindaje hace más pesados los vehículos y, por tanto, los frenos responden con una eficiencia menor a la normal.
Es recomendable que automóviles con nivel 3 de blindaje no rebasen los 140 kilómetros por hora (km/h), mientras que unidades con blindajes superiores tendrían que mantenerse por debajo de los 120 km/h, de acuerdo con Echeverri.
Tanto Hernández como Echeverri coinciden en que no es buena idea optar por un blindaje parcial, con tal de ahorrarse unos pesos. Las balas pueden entrar por cualquier lugar del vehículo, por lo que el blindaje tiene que ser total.