Publicidad
Publicidad

Autos blindados: el punto débil está en la mente de quienes los conducen

Manejar con la ventana abajo y solicitar blindajes parciales son algunos errores cometidos por los usuarios de estos vehículos.
lun 15 agosto 2022 05:53 AM
autos blindados.jpeg
Acero balístico de importación se requiere en la manufactura de un auto blindado.

Los riesgos de los autos blindados no se encuentran tanto en las placas de acero de su estructura, sino más bien en las creencias y prácticas indebidas de quienes los manejan.

Técnicamente, el blindaje es una interfaz añadida que impide la interacción entre el exterior y el interior. De ahí que la gente lo busque para sentirse segura dentro del automóvil, sobre todo en el centro del país.

De acuerdo con datos de 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la percepción de inseguridad pública en habitantes de la Ciudad de México, Estado de México y Morelos es de 85.3%, 91.3% y 86.6%, respectivamente.

En este contexto, marcadamente inclinado hacia la desconfianza y los temores, es común que se generen ideas exageradas, ya sea por exceso o defecto, sobre la coraza extra de estos vehículos.

Publicidad

Limitaciones de los autos blindados

Según Esteban Hernández López, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), las falsas creencias comienzan cuando se considera que un coche blindado va a impedir cualquier ataque, independientemente del calibre de las armas utilizadas o de su intensidad.

“Hay ciertos niveles de blindaje que no detienen los impactos de todas las armas, más si son largas; y aunque se tenga el nivel de blindaje correcto, también tiene un límite en el número máximo de impactos que puede aguantar”, advierte.

Hernández afirma que en México 65% del mercado corresponde al nivel 3 de blindaje, el cual sirve contra ataques de la delincuencia común normalmente llevados a cabo con pistolas o revólveres.

Más del 30% restante pertenece a blindajes superiores, hasta de nivel 7; éstos protegen a las personas de la acción de armas largas como metralletas o granadas, usualmente utilizadas solamente por la delincuencia organizada. Los niveles 1 y 2, por debajo del nivel 3 de protección, casi no son solicitados.

Conforme con datos de la AMBA, no ha habido aumento en la venta de autos blindados en el país. “Llevamos tres años con números a la baja; la cifra tope, inclusive histórica, fue en 2019 y, de ahí hacia delante, en 2020, 2021 y el primer semestre de este año, hemos tenido disminuciones de 9%, 6% y 8%, respectivamente”, afirma Hernández.

Desde la perspectiva del directivo, esto no se debe a que la seguridad en el país haya mejorado, sino más bien a la escasez de vehículos nuevos (por ausencia de chips) y de acero balístico importado, el cual experimenta sobredemanda en Rusia y Ucrania, a consecuencia del actual conflicto bélico entre ambas naciones.

Publicidad

El blindaje implica cambio de hábitos

Aun cuando se tenga el privilegio de contar con un auto blindado último modelo, de poco o nada sirve si no se acompaña de una estrategia adecuada de manejo.

Aunque parezca increíble, hay usuarios con tal exceso de confianza que, según Fernando Echeverri Posada, vicepresidente de la AMBA, cometen la siguiente imprudencia:

“Andan en carro blindado con la ventana abajo, y eso lo he visto seguido en la calle”.

Manejar uno de estos vehículos implica cierta disciplina basada en el principio de mantener un entorno seguro, por lo cual Echeverri recomienda a sus clientes que bajen de sus autos solamente cuando lleguen a casa o a un lugar con estacionamiento cerrado y vigilado, nunca en plena avenida.

También es importante que las personas aprensivas estén totalmente conscientes de la seguridad extra con la que cuentan al trasladarse en un coche blindado, porque a la hora de algún incidente, la mente puede decirles lo contrario.

“Hemos tenido casos en que a nuestros clientes les ponen una pistola en la ventana y se asustan tanto que bajan el vidrio o abren la puerta; desafortunadamente en ese momento se les olvida que van en un carro blindado”, expresa Echeverri.

Esta consciencia también debería de activarse cuando se pisa el acelerador, porque el blindaje hace más pesados los vehículos y, por tanto, los frenos responden con una eficiencia menor a la normal.

Es recomendable que automóviles con nivel 3 de blindaje no rebasen los 140 kilómetros por hora (km/h), mientras que unidades con blindajes superiores tendrían que mantenerse por debajo de los 120 km/h, de acuerdo con Echeverri.

Tanto Hernández como Echeverri coinciden en que no es buena idea optar por un blindaje parcial, con tal de ahorrarse unos pesos. Las balas pueden entrar por cualquier lugar del vehículo, por lo que el blindaje tiene que ser total.

Publicidad

La mente blindada contra el desarraigo

La noción del blindaje es parte de la inclinación general del ser humano de ocultarse de los enemigos externos, ya sean personas, animales, virus o fenómenos naturales, según Grisha Suquet Unkind, neuropsiquiatra de la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría.

“Esto es análogo a la reacción de una tortuga cuando se mete en su caparazón; se pone a salvo pero a la vez se encierra en sí misma cuando hay peligro afuera”, cuenta este experto.

La salud mental del ser humano puede quebrantarse cuando esa sensación de entorno inseguro rebasa el límite de la sensatez. Es cuando parece que la vida sólo puede desarrollarse dentro del “caparazón” protector.

“Generar un sentido de comunidad nos ayudaría mucho a sentirnos más seguros, porque la realidad es que tenemos una relación bidireccional con el entorno; somos producto de él, pero también incidimos sobre él”, expone Suquet Unkind.

Bajo esta perspectiva de integración, inclusive personas como políticos o empresarios, con la necesidad objetiva de trasladarse en autos blindados, deberían de esforzarse por generar ese sentido de comunidad, quizá no en la calle, pero por lo menos sí en lugares resguardados como un club, un restaurante o un hotel.

De acuerdo con Suquet, se trata de una acción fundamental e impostergable para evitar que el desarraigo del barrio, la ciudad, el país o el mundo se adueñe de nuestra interpretación de la realidad.

“Conviene crear comunidad, aunque sea por momentos cortos, donde podamos habitar y convivir tranquilamente”, concluye este neuropsiquiatra.

No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad