"Los ejercicios de entrenamiento que puedan implicar cabeceos repetitivos no deberían tener lugar en MD-1 (el día antes de un partido) o MD+1; esto incluye actividades como cruces y remates y prácticas a balón parado", indicaron las directrices publicadas el lunes.
Un estudio de 2019 sobre la influencia en la salud y el riesgo de demencia a lo largo de la vida (FIELD), realizado por la Universidad de Glasgow y apoyado por la federación escocesa, descubrió que los antiguos profesionales tenían más riesgo de padecer demencia.
La federación escocesa dijo que realizó una nueva investigación en colaboración con la Hampden Sports Clinic sobre el impacto de los cabezazos en los entrenamientos en el fútbol profesional adulto masculino y femenino.
El organismo señaló que el 70% de los directivos y entrenadores apoya la introducción de directrices sobre los cabezazos, mientras que el 64% de los jugadores cree que deberían limitarse en los entrenamientos.
"La posible relación entre los cabezazos, los traumatismos craneoencefálicos y las enfermedades neurodegenerativas en el fútbol seguirá siendo objeto de investigación científica", declaró la federación escocesa.
"Estas directrices seguirán siendo revisadas a la luz de cualquier nueva evidencia", agregó.