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Científicos proponen hacer investigación contraria al sentido común

Aunque pareciera desafiar la intuición, el conocimiento avanza hacia senderos que chocan contra la interpretación convencional de la realidad.
jue 02 marzo 2023 12:42 PM
Tec
Susana Lizano imparte conferecia durante Tec Science Summit, en el Tecnológico de Monterrey.

El sentido común se da de topes ante los modelos contraintuitivos, los cuales siguen siendo protagonistas en el desarrollo de la ciencia moderna, aunque no sean aceptados por la mayoría.

Todo comenzó con Copérnico, quien en el siglo XVI afirmó que no la Tierra sino el Sol era el centro de la Vía Láctea. Aceptar que la teoría correcta difería del movimiento del astro rey percibido a simple vista todos los días, era ir en contra la verdad convencional.

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Lo ciencia suele chocar contra el sentido común

En el mundo todavía se practica esta manera de llegar a conclusiones ciertas yendo a contracorriente, de acuerdo con Susana Lizano Soberón, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, quien durante Tec Science Summit, congreso científico organizado por el Tecnológico de Monterrey, expresó lo siguiente:

“En mecánica cuántica se sabe del entrelazamiento de dos partículas, esto es, cuando se miden las propiedades de una partícula se pueden conocer las propiedades de la otra, aunque una se encuentre aquí y la otra en la Luna”.

Este fenómeno cuántico, opuesto al sentido común, inicialmente no fue creído por Albert Einstein, pero posteriormente fue probado experimentalmente. En 2022 el premio Nobel de física fue ganado precisamente por investigadores que profundizaron en la comprensión de este comportamiento de la materia a nivel subatómico.

“Y este estudio se está usando para encriptar de manera segura la información; ¿sería bueno explicárselo, por ejemplo, a un banquero? Yo creo que sí”, agregó Lizano.

La forma contraintuitiva de hacer ciencia también se traslada a la forma en que autoridades educativas valoran los alcances académicos. No conviene cortar de tajo un proyecto solamente porque de momento no funciona, porque a veces se toma la mejor decisión solamente cuando se va contra los pronósticos, de acuerdo con Neil Hernández Gress, vicerrector asociado de Investigación en el Tecnológico de Monterrey.

“En el Tec tenemos elementos de evaluación para definir que un proyecto no está funcionando, elementos de impacto externo a través de citas, pero nosotros más bien creemos que la valoración depende de la etapa del proyecto, pues puede que sea adelantado a su tiempo, lo cual es algo contraintuitivo”, afirmó.

De manera análoga, es probable que el proyecto sea aplicable para el norte y no para el sur del país, o viceversa, por lo que es preciso hacer una profunda consideración antes de establecer la viabilidad de una idea nueva, según Hernández.

Por esta razón, la investigación científica pura (no aplicada) tendría que apoyarse institucionalmente, aunque no dé resultados tangibles e inmediatos; finalmente, coinciden Lizano y Hernández, vale la pena apostar por la esperanza en los frutos a largo plazo.

“El ser humano va más allá de comer y vestir, pues tiene espíritu, curiosidad e imaginación. La ciencia básica es la búsqueda de entender la naturaleza, y la vida acomodada que ahora tenemos se debe, en gran medida, a la investigación realizada años atrás”, platicó Susana Lizano.

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En 2030 habrá otro gran déficit solar

En este tenor, Víctor Velasco Herrera, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha realizado estudios desafiantes de los modelos interpretativos convencionales.

Mientras que muchos estudiosos de la historia universal consideran que los conflictos mundiales se deben solamente a disputas por el poder, el dinero y el territorio, Velasco Herrera plantea factores cosmológicos que, según sus investigaciones, dirigen el devenir de la humanidad.

Velasco ha concluido que, de manera aproximada, cada 120 años ocurren alteraciones en el comportamiento del Sol, y esto repercute en la conducta de pueblos enteros, pero no suele ser tomado en cuenta en las políticas instrumentadas por los gobernantes.

Entonces el desarrollo de la ciencia ocurrido en Europa, en el siglo XV, se encontraría ligado al exceso de energía solar que la Tierra recibió en esa época de la historia conocida como el Renacimiento.

De modo inversamente proporcional, si el Sol envía menos energía, entonces se desencadenan hambrunas y conflictos bélicos.

“A la mayoría no le ha quedado claro: se nos viene una crisis comparada a la vivida en la Independencia y la Revolución mexicana. Los movimientos sociales ocurridos en dichas gestas se debieron al déficit solar que provocó hambruna en el país y, de acuerdo con mi modelo, en 2030 tendremos otra gran disminución de energía solar”, asevera Velasco.

Conforme con esta interpretación de geofísica aplicada a la sociedad, la falta de alimentos actualmente reportada a nivel mundial no es causada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, sino por el déficit solar.

Llevado este punto de vista a lo sucedido siglos atrás, nos encontramos con la historia de los aztecas, la cual fascina a Velasco, porque cuando hubo un déficit solar decidieron fundar su ciudad en el lago de Texcoco, y esto les garantizó agua para beber y producir alimentos, en una dirección contraintuitiva en comparación con las culturas europeas,

“Además, mientras los ingleses y españoles viajaban por todo el mundo para obtener alimentos, aquí (en México) los aztecas los cultivaban en chinampas, la mejor tecnología nunca inventada por el ser humano para producirlos”, concluye Velasco.

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