Tras el ascenso, ¿ahora qué?
“¿Cómo encaro un nuevo puesto gerencial?” Es la pregunta en la cabeza de muchos ejecutivos cuando son ascendidos a este tipo de cargos. El profesor Guido Stein, del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa de la Universidad de Navarra, España, ofrece 10 claves para manejarse exitosamente en un nuevo cargo de gestión.
1. Sentar las bases
Desarrolla un “plan para aprender lo básico que no sabías antes y descarta las creencias que sostenías y que resultaron ser falsas”, escribe Stein. Ya sea porque eres nuevo en la empresa o porque acabas de ser ascendido, al ingresar a un puesto gerencial nuevo te encontrarás con ciertos hábitos establecidos e ideas preconcebidas. Éstos deberían compararse y contrastarse con las realidades de tu nueva función para así evaluar qué es necesario cambiar.
2. Priorizar
Identifica los temas vitales y abórdalos con decisión. La llegada de un nuevo gerente crea mucha incertidumbre en el ambiente de trabajo. Por lo tanto, no hay necesidad de llevar a cabo acciones apresuradas o de hacer anuncios confusos que podrían desorientar al equipo. Además, el hecho de enfocarte en una cantidad limitada de metas podría ser el camino hacia victorias tempranas desde el comienzo de tu gestión.
3. Identificar el talento
Mientras más rápido detectes los retos relevantes y determines cuáles son los miembros del equipo actual que están a la altura de sus tareas, más rápido podrás tomar decisiones sobre el equipo, dice Stein. La toma de decisiones rápidas beneficiará a todos, porque moderará la “ansiedad inmovilizadora” y “la venenosa máquina de inventar rumores”, que seguramente brotarán rápidamente durante una transición. Stein alerta también de que no existen atajos para establecer relaciones productivas con los nuevos colegas.
4. Ser realista
Las limitaciones del momento a menudo se perciben como obstáculos. Es importante darle la vuelta a este argumento y reconocer que las limitaciones nos permiten también enfocar nuestros esfuerzos y energía hacia donde podemos lograr los mejores resultados. Puede ser difícil evaluar demasiadas opciones, ya que se dispersa el esfuerzo y se reduce la eficacia. Esto genera mayor incertidumbre y, si no se controla, puede resultar paralizante. De manera inversa, el ser realista con respecto a las opciones te lleva a estar más enfocado y a ser más creativo.
5. Actuar con prudencia, pero con decisión
Los empleados esperan que sus líderes enfrenten los retos de manera oportuna. Sin embargo, en una encuesta del año 2015 a 22,000 gerentes de todo el mundo, dos tercios de los entrevistados dijeron que sus jefes eran “reactivos” cuando tenían que realizar cambios. Según la encuesta, esto se debía a la complacencia de sus líderes, a su falta de perspectiva, al temor al fracaso y a la rigidez en sus enfoques. De acuerdo con Stein, el mensaje es transparente. “Es importante salir al paso de los eventos para dirigirlos correctamente y no dejar que los eventos nos superen”.
Te interesa: Las medianas empresas, las más preocupadas por las habilidades de sus empleados
6. Detenerse a pensar
De vez en cuando, detente y evalúa si estás en la senda correcta. Las opiniones de tus colegas sobre ti cambian con un nuevo ascenso, escribe Stein. Por lo tanto, tus palabras y acciones podrían correr el riesgo de interpretarse incorrectamente. Esto afecta la comunicación, porque todo lo que dice un jefe se interpreta como “una declaración de autoridad”. Además, otros podrían dudar antes de compartir información detallada contigo hasta estar seguros de que responderás con “respeto e integridad”. Los nuevos ejecutivos deben también luchar para verse a sí mismos de manera diferente y regularmente revisar con otros los efectos de lo que comunican para calibrar apropiadamente su mensaje.
7. No perder de vista el cuadro general
Una amplia comprensión del mercado y de las fuerzas que lo configuran te ayudará a anticipar las tendencias y los retos. Para poder aplicar las estrategias y tácticas apropiadas, debes también desarrollar amplios conocimientos de cómo funciona tu negocio, dónde se crea valor y de los sistemas de pesos y contrapesos que tiene. Sin embargo, Stein advierte que mientras más alto sea el puesto de un líder en la escalera corporativa, mayor será la tentación de enfocarse solamente en asuntos internos. “A menos que hagan un esfuerzo extraordinario, no percibirán qué sucede fuera (de la empresa) que es donde se logran los resultados”, señala el académico.
8. Cultivar alianzas personales
Si hay un rasgo que distingue a un líder es su habilidad para ejercer influencia lateral y verticalmente. “Si bien la eficacia de un líder es directamente proporcional al tiempo invertido en el trabajo con los miembros de su equipo, el éxito depende, en mayor medida, de las relaciones con sus pares en otras unidades y con los superiores en toda la organización”, explica el académico del IESE. Por tanto, es vital forjar una red de contactos para atraer nuevas perspectivas, comparar ideas y abrir los ojos a nuevas tendencias y oportunidades.
9. Practicar la empatía y la inteligencia política
En un nuevo puesto, resulta esencial abordar hábilmente los temas que son emocional y políticamente riesgosos. Al hacerlo, el líder tiene que explorar muchas habilidades personales y sociales, entre ellas, la adaptabilidad, la escucha activa y la capacidad para leer entre líneas, o para escuchar lo que no se está diciendo, como señalaba Peter Drucker, así como el autocontrol, la empatía y la persuasión.
10. Liderar con el ejemplo
Stein está convencido de que las personas cambian de opinión más por observación que por la razón. En otras palabras, aplica el dicho de “haz lo que hago, no lo digo”. Como líder, debes inspirar confianza actuando con decisión, pero también con transparencia y autoconciencia. Las personas dan su confianza a quienes, a cambio de ella, los respetan personal y profesionalmente. En pocas palabras, para empezar con el pie derecho deberías evaluar los aspectos clave y abordarlos sin perder de vista el cuadro general ni las relaciones interpersonales.
Al seguir estos pasos, y al tomarte el tiempo para evaluar, periódicamente, el progreso con colegas en puestos superiores e inferiores al tuyo, lograrás convertirte en un líder eficaz e inspirador.
NOTA DEL EDITOR: Este artículo se publicó originalmente en la edición de la revista Expansión 1199, publicada en octubre. Adquiere esta revista o suscríbete a nuestra edición digital en iOS o Android.