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¿Por qué el CEO de una gran empresa renuncia para irse a una de menor tamaño?

Los directivos ya no buscan compañías de prestigio, sino de aquellas que valoran su trabajo y les permiten aprender, donde tienen mayor responsabilidad y pueden crecer.
jue 16 marzo 2017 10:00 AM
Mayor rotación.
Mayor rotación. Expertos en el mercado aseguran que el promedio de vida laboral de los CEO está disminuyendo, ya que su estancia en una empresa no supera los cuatro años. (Foto: AndreyPopov/Getty Images/iStockphoto)

Hace casi ocho años, Gabriel Alvarado dejó la vicepresidencia de Ventas y Canales para SAP México y Centroamérica y se incorporó a la empresa de soluciones de gestión de capital humano Kronos, como director general de Latinoamérica. Esta decisión, según el directivo, fue tomada por la oportunidad de crecimiento que la compañía le ofreció.

“Yo me moví porque encontré la posibilidad de desarrollarme en una empresa innovadora y con altas oportunidades de éxito. Esto, personalmente hablando, me motivó y también se convirtió en la razón para crecer como profesional”, explica.

Para Alvarado había llegado el momento de dejar a una de las empresas de soluciones empresariales más reconocidas a nivel global y tomar un nuevo desafío: apostar por una compañía más pequeña, pero con mayores retos. “Todos sabemos cuál es el momento para cerrar un ciclo. Yo lo hice y me coloqué en una organización que, sin importar el tamaño, ha irrumpido en el mercado”.

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Después de hacer crecer su departamento en personal y conformar un equipo de trabajo en países como México, Guatemala, Perú, Honduras, Panamá, Chile y Argentina, el directivo sabe que acertó en su decisión: “Estoy en una empresa que me reta constantemente, que hace las cosas diferentes. Me siento muy a gusto dando lo mejor de mí y logrando que más compañías en la región se beneficien de nuestras soluciones”, comenta.

¿Por qué se van?

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La historia de Alvarado se repite constantemente. Muestra de ello es el reciente anuncio de Juan Carlos García, quien a través de su cuenta de Twitter dio a conocer su separación de Amazon México, donde era el Chief Executive Officer (CEO), para incorporarse a Elektra como director global de Ecommerce y Omnicanal.

La noticia, más allá de sorprender a los especialistas en el mercado, se convirtió en el ejemplo de la necesidad de los directivos por adaptarse a un entorno competitivo y cambiante en extremo.

“Vemos un mercado laboral muy dinámico en donde los directivos se mueven mucho más. Quedarse años en una misma empresa ya no es un valor agregado. Los profesionales ya no están en busca de compañías de prestigio, sino de aquellas que valoren su trabajo, les permitan aprender, donde tengan mayor responsabilidad y puedan crecer”, expone Cédric Trantoul, director general de la firma de headhunters Morgan Philips.

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En Estados Unidos, el promedio de vida laboral de los CEO está disminuyendo. Alberto Mondelli, socio de Capital Humano y Cambio Organizacional de KPMG México, asegura que su estancia en una empresa no supera los cuatro años, lo que se debe, principalmente, a cuatro características:

1. Sociedad. La empresa de menor tamaño están ofreciendo al CEO la opción de convertirse en socio, esto llama la atención porque no sólo se deja de trabajar exclusivamente para alguien más, sino que permite la formación de un patrimonio personal.

2. Autonomía. El directivo apuesta por una empresa con una estructura más pequeña que le permita involucrarse más en ciertos procesos, tomar decisiones estratégicas y lograr resultados gracias a sus conocimientos.

3. Responsabilidad. Ligado al punto anterior, estar en una compañía donde la estructura no es tan sólida requiere que un directivo sea capaz de darle soporte (financiero y organizacional) y hacerla crecer.

4. Balance de vida. Al no tener las presiones de las grandes y reconocidas empresas, el CEO tiene la oportunidad de pasar más tiempo con la familia, definir sus horarios y equilibrar sus actividades personales y profesionales.

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Repercusiones laborales

Pero no todo es color de rosa. Los trabajadores que cambian constantemente de empresa pueden correr el riesgo de no adaptarse a la nueva cultura de la organización. Trantoul dice que lo peor que puede pasar es que no se integren, que no logren la misión por la cual fueron contratados y, por consecuencia, que la empresa prescinda de sus servicios.

Esto sin olvidar que la mayoría de las veces, el CEO que va a una compañía de menor tamaño tiene un recorte en sus ingresos, por lo que el socio de Capital Humano y Cambio Organizacional de KPMG México recomienda estar preparado económicamente. Aunque esto parece no ser un problema.

“Para mí no es un tema de dinero, yo estoy muy a gusto con lo que hago. MI motivación es que encontré un propósito en la vida, que no me aburro y soy muy productivo”, declara el director general de Kronos Latinoamérica.

Sin embargo, Mondelli aconseja seguir preparándose profesionalmente, ya que en el momento en que el directivo quiera volver a posicionarse en una gran empresa, las cosas pueden complicarse: “Éste es el impacto más obvio a la hora de hacer un cambio de este tipo. Si el CEO deja una compañía reconocida por un tiempo y luego quiere volver, es posible que le sea más difícil, aunque siempre se valora el hecho de que el individuo haya tomado decisiones con mayor autonomía”, finaliza.

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