Para ser payaso también se estudia una licenciatura
El 15 de abril de 2007 el reality show Los 5 Magníficos salió al aire en televisión nacional. Actores, comediantes y hasta personajes de la lucha libre formaron equipos con personas que tenían un sueño o defendían una causa social. Entre los jueces estaba Julio Revolledo Cárdenas, miembro de la quinta generación de la familia Suárez, fundadores de uno de primeros circos en México en 1853.
Una noche, el rector de la Universidad Mesoaméricana, Salvador Calva, vio el programa y buscó a Revolledo Cárdenas para proponerle crear la primer licenciatura en México que combinara el circo con el teatro, la danza, la música, la acrobacia y los negocios. Ese mismo año se comenzó a formar el plan de estudios de la nueva carrera en Artes Escénicas y Circenses Contemporáneas.
La licenciatura, que surgió al año siguiente, dura 10 cuatrimestres, al terminar el alumno debe entregar una tesis y presentar un acto circense colectivo y otro individual para acreditar la carrera.
“Vamos en la sexta generación de egresados, cada grupo ha sido aproximadamente de 30 alumnos pero sólo entre 10 y 14 terminan, los otros son contratados durante sus estudios”, explica a Expansión.mx, Revolledo, director de la carrera, quien 22 años de su vida trabajó y vivió en el circo de sus abuelos, encargado de la logística de transportar y mover a 120 animales y 110 personas.
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Durante la carrera el alumno lleva materias como biomecánica, historia del arte, historia del circo, danza, teatro, música, canto, acrobacias y administración. El campo laboral no lo limita a convertirse en un artista de circo, puede ofrecer su espectáculo en la industria turística como hoteles, bares, cruceros o crear su propia empresa formando nuevos talentos en el arte del circo contemporáneo.
Revolledo aseguró que quien estudia esta licenciatura sabe realmente qué quiere ser en la vida y tiene vocación. "(Los alumnos) son personas apasionadas por el circo, eso muchas veces les ocasiona problemas y peleas con sus papás y su pareja. Tienen carácter y temple para aguantar cualquier tipo de prejuicio: '¡Cómo que vas a ser artista de circo, te vas a morir de hambre! ¿De qué vas a trabajar, de payasito en las equinas?'".
Un egresado de la licenciatura puede aspirar a un salario desde 12,000 a 16,000 pesos mensuales, hasta alguien que por su perfeccionamiento en la calidad de sus actos gane entre 4,000 y 8,000 dólares (aproximadamente de 76,000 y 152,000 dólares). "Cirque Du Soleil paga a sus artistas entre 2,000 y 2,500 dólares a la semana (entre 38,000 y 47,500 pesos)", asegura Revolledo.
Una industria en renovación
Después de que en junio de 2014 fue aprobada la iniciativa para prohibir a los circos utilizar animales en sus espectáculos en la Ciudad de México y algunos estados del país, estas empresas tuvieron un año para reinventarse. Pero al menos unos 100 negocios del sector, en su mayoría familiares, murieron en el intento, mencionó Revolledo Cárdenas.
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Aunado a esto, Armando Cedeño, presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo y miembro de la sexta generación de la familia circense Campa, señala que los impuestos para poner una carpa y montar un espectáculo son excesivos, el público que era atraído por los animales dejó de visitar al circo y los años 2015 y 2016 fueron de pocas entradas vendidas.
“Estamos resurgiendo como el ave fénix, no tenemos suficientes ingresos para contratar a los nuevos talentos así que los desarrollamos dentro de nuestras familias. Hemos logrado subsistir los que tenemos una familia grande, porque es ella quien hace todo el espectáculo”, afirma.
Sin embargo, la industria está a la espera de nuevos talentos, más preparados en artes escénicas y acrobacias que desarrollen nuevas escenografías y tengan nuevas técnicas.
Arturo Pérez Ramírez, mejor conocido como payaso Paquín Jr y estrella del circo Atayde, comentó que para representar su personaje también tuvo que dominar el malabarismo, el equilibrismo y hasta aprender a caer para no lastimarse.
“El público se quiere reír, se quiere reír de la vida, de nuestras anecdotas, de parodias, de situaciones. El circo debe innovar con nuevos actos”, afirma Paquín Jr., quien pertenece la tercera generación de una familia de graciosos, cómo se les decía a los payasos en el siglo XIX.
Revolledo opina que el Gobierno debe dejar de ser tan duro con las medidas impuestas a los circos, pues “pareciera que los quiere extinguir”. Pero la crisis en este sector no se detiene ahí, al igual que otros negocios, sufre el acoso del narco, ya que en algunos estados de la frontera norte del país tienen que pagar una cuota para que los dejen trabajar.