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Las universidades se movilizan ante cancelación de DACA

Escuelas se preparan con asesoría legal, psicológica y financiera para apoyar a los 'dreamers', pero hay otro reto: dar atención a los jóvenes deportados que no se han incorporado al mercado laboral.
vie 15 septiembre 2017 11:27 AM
Asesoría.
Asesoría. Las universidades incluso llevarán a cabo programas de consultoría legal para los 'dreamers' y sus familias, después de la derogación del DACA, una medida política que ha levantado protestas de migrantes, activistas, demócratas y de los propios republicanos. (Foto: Getty Images / Spencer Platt)

Después de que el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunciara el fin del programa DACA, una iniciativa que protege de la deportación a los inmigrantes dreamers, varias universidades en México se organizan con programas de trabajo, apoyos económicos y la movilización de sus sedes en el extranjero, para asesorar a posibles deportados.

“Aunque hay inestabilidad en la postura (del presidente) Trump y lo que se está negociando, la acción de finalizar DACA nos hace ver nuestra realidad: vamos tarde como país y hoy debemos organizarnos para entender cómo recibir e incorporar a los posibles deportados. Sin dejar de lado a los dreamers que retornaron hace años, que México no volteó a ver y muchos siguen con dificultades para hacer carrera en el país”, señala Iliana Martínez, académica del Programa de Asuntos Migratorios en el ITESO, en Guadalajara.

La universidad jesuita, que tiene sedes en México, Estados Unidos y Canadá, se pronunció sobre el término de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). “Va en contra de los derechos humanos de los migrantes, uno de los sectores más vulnerables por el racismo, la pobreza y la violencia”, señaló en un comunicado.

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Atendiendo este pronunciamiento, el ITESO, que forma parte del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), junto a otras universidades como la Iberoamericana, además de ofrecer becas académicas para los deportados, organiza centros jurídicos de asesoría para los dreamers y sus familias. Esta acción se realiza en convenio con colegios jesuitas en Estados Unidos.

“El foco es asesorar sobre trámites de renovación urgente del DACA. Hay chicos que estaban en la edad para iniciar esta petición y se quedan en incertidumbre. Estos trámites implican desembolso, pero las universidades y los colegios están viendo cómo financiar para no demorar los procesos necesarios”, apunta Martínez.

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La académica del ITESO agrega que en México son varios frentes en los que trabajará, adicional a apoyo financiero y asesoría educativa. Un plan en el que se centrarán es brindar apoyo psicológico para el ‘dreamer’ y sus familias, recordando que estas personas suelen separarse de hermanos o padres por carecen de un estatus migratorio legal. Esta Universidad también inició un programa piloto para los ‘otros dreamers’, es decir, aquellos mexicanos deportados durante 2012, y que no pudieron integrarse al DACA, que estableció ese año el presidente Barack Obama.

“Son personas que pasaron como invisibles a su llegada, algunos con antecedentes legales que no querían hacer notorio su estatus de deportado, y el país no supo cómo acogerlos. Se incorporaron a trabajar en lo que podían, pero esos dreamers hoy demandan otras posibilidades”, afirma Martínez.

Mientras activistas, demócratas y miembros del propio partido Republicano analizan la posiblidad de que el DACA permanezca vigente o se abra una nueva solución para los dreamers, más escuelas se pronuncian. El Tecnológico de Monterrey señaló que ampliará sus programas de ayuda financiera a los jóvenes deportados o que de forma voluntaria regresaron al país.

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Por su parte, la Universidad Anáhuac amplío su programa Brazos Abiertos, que comenzó desde diciembre pasado en convenio con la Secretaria de Relaciones Exteriores, para apoyar a inmigrantes. En esta nueva etapa planean apoyar a dreamers y sus familias, en el exterior y en el país, para dar asesoría legal, emocional y atención médica, de ser necesario.

La casa de estudios forma parte de la iniciativa Puentes (Programa Universitario Emergente Nacional para la Terminación de Estudios Superiores), de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), con la que busca facilitar los trámites de admisión para reinserción en licenciatura. “Y habrá apoyo financiero, bajo los diferentes esquemas que maneja la universidad. Aquí hay oportunidad de becas deportivas, además de por excelencia académica. Estos jóvenes necesitarán aplicar al proceso, como cualquier de los estudiantes, pero para ellos habrá otra iniciativa de inserción laboral”, detalla Abelardo Somuano Rojas, director de comunicación institucional de la Universidad Anáhuac

Precisa que preparan un programa de apoyo con los empresarios que integran su red de 45,000 egresados, para que en sus propias compañías se generen vacantes para los posibles dreamers deportados, que ya cuenten con una formación concluida.

“Aunque haya buena intención, sería difícil dar atención a 800,000 jóvenes deportados y es difícil pensar que ése será el número de retornados. Pero la realidad es que a México ya han retornado muchos connacionales”, dice Somuano Rojas, quien agrega que es importante ampliar los programas de apoyo a los puntos donde se registra mayor llegada de mexicanos. Brazos Abiertos opera actualmente en los nueve campus que la Anáhuac tiene en el país.

Problema de fondo

“Para Trump, la cancelación de Daca es una manera de utilizar a los dreamers como moneda de cambio, es decir, una herramienta de negociación para obtener apoyo en los temas controversiales que prometió en campaña, como la seguridad fronteriza”, afirma Jorge Hernández, profesor de política exterior mexicana en el ITESO.

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Eso hace pensar, agrega, que si bien el mandatario otorgó al Congreso un plazo de seis meses para que encuentre una solución legislativa para los dreamers, “buscará proteger las promesas realizadas en asunto fronterizo, y eso puede traducirse -sin duda- en deportación de más mexicanos”.

En el caso de Jalisco, por su dinámica de desarrollo e intención de sumar valor a producción tecnológica, hoy podría existir una posibilidad de absorber en clústers y otros proyectos a dreamers. Son posibilidades, pero hay que anticiparse porque es un trabajo que no se realizó con otros dreamers, añade Hernández.

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