¿Cómo tratar el tema del acoso sexual en la oficina?
La charla junto al garrafón de agua en la oficina solía ser bastante tibia: planes de vacaciones, hablar de lo ocurrido el fin de semana y ponerse al día con Game of Thrones.
Ahora, con el tema del acoso sexual en el trabajo, el cual ha sido una constante durante el último mes, dichas conversaciones con compañeros de trabajo pueden ser un poco más incómodas.
En lugar de intercambiar spoilers de Stranger Things, están hablando de los detalles gráficos de las acusaciones contra Kevin Spacey y Harvey Weinstein, pero también están compartiendo historias personales de acoso o agresión incluso en sus propias oficinas o diseccionan rumores sobre los líderes en sus organizaciones.
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Pero al transmitir experiencias personales o al discutir detalles espeluznantes de los últimos escándalos, hay que recordar que se está en el lugar de trabajo, conversando con compañeros de trabajo y a veces se pueden cruzar ciertos límites con algunas personas.
"Cuando hablamos de bromas junto al garrafón de la oficina, tenemos que prestar atención incluso cuando estamos citando algo que escuchamos en cualquier otro lugar, no es necesario ser realmente gráfico", dice Diane Gottsman, experta en etiqueta comercial y fundadora de Protocol School en Texas.
"Cuando vuelves a contar una historia, debes pensar: '¿es incómodo que la gente lo escuche?'".
Para algunas personas, escuchar estos detalles es algo más que incómodo, por ejemplo, para los sobrevivientes del hostigamiento, las conversaciones de la oficina en torno a este tema podrían desencadenar recuerdos brutales de experiencias pasadas.
Abigail C. Saguy, profesora de sociología en la Universidad de California en Los Ángeles, dice que cuando se habla de este tema con otros, el tono lo es todo.
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"Escuchar a personas desconocer, hacer bromas, menospreciar la experiencia de las víctimas de acoso sexual y agresión sexual puede hacer que las personas sientan que no importan, que lo que sufrieron de alguna manera no es real y no lo hacen, por ende, tienen derecho a sentirse molestas por eso ", dice ella.
Gottsman aconseja a los empleados que piensen cuidadosamente sobre cuánto desean compartir en el trabajo y luego, dice ella, deben mostrarse abiertos al respecto.
"Si estás sentado alrededor de la mesa de la cocina de la oficina y te sientes incómodo porque estás reteniendo algo, no tienes que decir: 'Yo también'", dice. Basta con decir: 'Saben, chicos, este es un tema del que me siento incómodo al hablar', puedes elegir cuánto quieres compartir.
Pero una conversación con el tono correcto puede tener el efecto opuesto, en realidad ayudando a fortalecer las relaciones entre compañeros de trabajo.
"Si tienes a alguien que no ha hablado al respecto, ha tenido algún trauma como el acoso sexual en el pasado y escucha a la gente decir: 'Esto es terrible, esto no debería suceder, esto es inaceptable', entonces eso puede tener un efecto muy positivo y hacer que la persona se sienta legítima y validada", dice Saguy.
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Al final del día, dice Gottsman, los jefes tienen la mayor responsabilidad aquí. Tienen el poder de canalizar la conversación del cubículo a una discusión más amplia sobre la cultura del trabajo.
"Este es el momento de establecer algunas políticas, expectativas claras y puede hacerlo en una reunión de personal", dice ella.
La conversación ya comenzó, dice Gottsman. Depende de los jefes y compañeros decidir a dónde va.