Madonna, 'empresaria' de la controversia
Madonna siempre se ha deleitado con la controversia y con el reciente lanzamiento de su gira "Sticky & Sweet", la estrella de música pop de 50 años inició un nuevo escándalo al comparar en un video a John McCain con Adolf Hitler.
La disputa es la última en una carrera de maniobras arriesgadas que ha dado beneficios a la cantante, cuyas giras y discos por largo tiempo han mezclado la música con la política, el sexo y la religión.
Mientras que otras estrellas que llegaron a la fama en la década de 1980 ya han quedado atrás, la "chica material" se ha convertido en una estrella mundial e incluso ha buscado la controversia para mantenerse actual ante las nuevas audiencias.
"Madonna parece ser una empresaria extraordinariamente brillante en el negocio de la cultura", dijo Robert Thompson, un profesor de medios y cultura popular en la Universidad de Syracuse.
"Ella ha controlado su controversia, así que cada vez que se ha visto en medio de alguna polémica le ha hecho bien y no mal", explicó.
Al comenzar su gira mundial en Cardiff, Gales, durante el fin de semana, Madonna mostró un montaje de imágenes de video que yuxtapone imágenes de Hitler con las de McCain, el senador republicano por Arizona que compite por la presidencia frente al senador demócrata Barack Obama.
La campaña de McCain criticó fuertemente a Madonna, con un portavoz diciendo a los medios que el video era "escandaloso, inaceptable y crudamente divisivo".
Abraham Foxman, director nacional del grupo judío Liga Antidifamación, también publicó una declaración donde califica como "escandaloso invocar imágenes nazi en el contexto de la candidatura de John McCain".
En el 2005, los rabinos criticaron a Madonna por una canción llamada "Isaac" que decían utilizaba referencias inapropiadas a un místico del Siglo XVI. Madonna también ha sido criticada por el Vaticano debido al contenido sexual de sus shows, como simular una masturbación en el escenario.
Su canción de 1989 "Like a Prayer", que vincula la religión y el erotismo, llevó a Pepsi-Cola a cancelar un acuerdo de patrocinio.
En 1992, la cantante lanzó un libro llamado "Sex" con imágenes en las que aparece desnuda que causaron sensación en los medios, y en el 2003 besó a Britney Spears en los premios MTV Video Music Awards para desatar una nueva tormenta noticiosa.