La manufactura de Estados Unidos, ¿señal de una recesión?
El sector manufacturero de Estados Unidos está perdiendo su chispa.
La demanda se ha enfriado a medida que la economía mundial se desacelera, especialmente en China.
Lo que sucede en la manufactura es frecuentemente visto como un indicador adelantado de las recesiones en Estados Unidos. Es un signo alarmante cuando empieza a lucir demasiado débil.
El lunes, el índice manufacturero ISM —el termómetro oficial del sector manufacturero de Estados Unidos desde 1915— cayó por cuarto mes consecutivo.
Arrojó una lectura de 50.1. Eso es justo por encima de la zona de alerta roja. Cualquier cifra por debajo de 50 señalaría una contracción en la manufactura.
El golpe a la manufactura se debe a tres razones:
- La caída dramática en los precios del petróleo
- La débil economía mundial
- La fortaleza del dólar estadounidense
No es probable que ninguno de esos factores cambie pronto.
Se espera que los precios del petróleo y de la gasolina se mantengan bajos mientras el mundo sigue inundado de petróleo. Del mismo modo, el dólar estadounidense probablemente permanecerá fuerte, encareciendo los productos estadounidenses en relación con los productos europeos y asiáticos.
Ahora existe preocupación por lo que esto podría significar para el empleo. La manufactura había tenido una sólida recuperación desde la Gran Recesión. Más de 850,000 empleos fueron recuperados. Esos aumentos podrían estar en problemas si el sector comienza a contraerse de manera oficial.
No es tan malo para la economía estadounidense como parece
Aun así, algunos expertos dicen que es demasiado temprano para preocuparse.
La realidad es que el sector manufacturero desempeña actualmente un papel mucho menor en la economía de Estados Unidos, en comparación con el pasado.
En la década de 1950, la industria manufacturera representaba el 27% de la economía. Hoy en día, representa solo el 12%, señala Wells Fargo.
El abrumador impulsor de la economía estadounidense es ahora el sector servicios.
“De cara a 2016, creemos que la continua fortaleza del sector servicios puede compensar con creces la debilidad del sector manufacturero”, dice Chris Haverland, estratega global de Wells Fargo.
Haverland también señala que la manufactura ha tenido una buena racha en los últimos años. No es inusual un poco de desaceleración. Eso es exactamente lo que ocurrió en noviembre de 2012, cuando el índice ISM cayó por debajo de los 50 puntos durante solo un mes. Resultó ser un problema pasajero.
Frenando el potencial de la economía estadounidense
La desaceleración de la manufactura probablemente no es señal de que una recesión está cerca, pero los vientos en contra están impidiendo que la economía alcance su máximo potencial.
Estados Unidos solía crecer más del 3% al año, en promedio. Desde la recesión, ha estado teniendo dificultades para crecer por encima del 2%. Algunos han llegado a decir que Estados Unidos se ha quedado atascado en una “dimensión desconocida” entre la expansión y la recesión.
Aunque la manufactura se está estancando, es poco probable que sea el factor que influencie la opinión de la Reserva Federal sobre si la economía estadounidense es lo suficientemente saludable como para que el banco central eleve las tasas de interés en diciembre.
Toda la atención está puesta ahora sobre el informe del 6 de noviembre del número de puestos de trabajo que la economía sumó en octubre, que es visto como una gran pista de cómo se está desempeñando Estados Unidos.