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Migrantes y remesas, pilares del consumo en México

La depreciación del peso ante el dólar ha aumentado los ingresos que reciben los mexicanos del exterior; su consumo se concentra en bienes no duraderos.
jue 02 junio 2016 06:01 AM
Los mexicanos más pobres gastan más en alimentación.
Más pesos Los mexicanos más pobres gastan más en alimentación. (Foto: Margarito Pérez Retana)

Aunque la caída del peso frente al dólar genera incertidumbre entre los mexicanos, también ha beneficiado a las familias que reciben ingresos por remesas.

En los primeros cuatro meses del año los ingresos recibidos por esta vía suman 8,389 millones de dólares (mdd), traducido en pesos implica 150,297 millones. En 2015 el total recibido por esta vía fue de 393,469 millones de pesos (mdp) frente a 314,428 mdp de 2014.

Ante la depreciación de la moneda mexicana, los hogares que reciben remesas tienen una mayor cantidad de pesos por sus dólares. Mientras que en los primeros cuatro meses de 2015 el envío promedio de remesas era de 4,710 pesos nominales, en el mismo periodo de 2016 fue de 5,253 pesos. No obstante, estos ingresos son destinados principalmente al consumo de bienes de primera necesidad, como alimentos.

La Encuesta Nacional de Ingreso Gasto 2014 del INEGI arrojó que el 43% de los ingresos del primer decil de la población, es decir, quienes ingresan unos 3,000 pesos nominales al mes, proviene de las transferencias (en las que se pueden incluir las remesas), mientras que para el decil 10 (quienes ingresan unos 46,700 mensuales) ese concepto solo representó 13.3% de sus ingreso.

En tanto que el 10% de los hogares con menores ingresos dedican el 50.7 % de su gasto a alimentos, bebidas y tabaco.

“Es difícil evaluar el consumo, la ENIGH no refleja cuanto reciben (los hogares) por remesas, pero se hacen estimaciones de cómo gastan los recursos y la mayor parte está destinada al consumo de corto plazo y no de bienes durables”, comentó el economista senior de BBVA Bancomer, Alfredo Salgado.

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Las remesas representan la tercera mayor fuente de divisas para el país después de la extracción de petróleo y del turismo, por lo que tienen una importante incidencia en el consumo de los principales estados a donde se remiten.

De acuerdo con estimaciones de BBVA Bancomer los estados que t ienen una alta dependencia de las remesas son Michoacán, en donde las remesas aportan 9.9% a su PIB, seguido por Guerrero y Oaxaca con 7.8 y 7.4%, respectivamente. Lo anterior destaca frente al promedio de 2.3% que representan las remesas para el PIB nacional.

Jalisco, Estado de México, Puebla y Oaxaca también están entre los principales receptores de remesas. “Guanajuato y Jalisco tienen una tradición de migración los hogares tienen familiares en Estados Unidos y ya es una costumbre migrar a Estados Unidos”, explica Salgado.

Por otro lado, los ingresos derivados de las remesas ayudaron a compensar los desequilibrios de la balanza de pagos de México durante el primer trimestre, en el que la cuenta corriente del país tuvo un déficit de 6,691 mdd.

Mientras que la balanza de transferencias (principalmente remesas familiares) registró un superávit de 6,100 millones de dólares, contra un superávit de 5,600 millones del mismo lapso de 2015.

El déficit en cuenta corriente en el primer trimestre del año fue menor (en términos absolutos) al registrado en los primeros meses de 2015 entre otras factores por un mayor monto de remesas, indicó Santander en un reporte.

Según Alfredo Salgado, las remesas seguirán con una tendencia alcista tanto en 2016 como 2017 ya que algunos fundamentales como el empleo de los mexicanos que residen en Estados Unidos (12.2 millones) está estable.

Entre 2010 y 2015 la tasa de desempleo entre los migrantes mexicanos en Estados Unidos se redujo a 5.7%, además hubo una reducción de empleos de tiempo parcial y un aumento de los de tiempo completo, de acuerdo con BBVA Bancomer.

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