Arabia Saudita quiere que Trump tenga sed de petróleo
Puedes contar a Arabia Saudita entre los creyentes de la capacidad de Donald Trump para hacer que América crezca de nuevo.
Arabia Saudita está minimizando la necesidad de que la OPEP cumpla con su promesa de reducir la producción de petróleo en la reunión de este miércoles en Viena. Esa promesa fue hecha originalmente en septiembre, cuando el presidente electo Trump todavía estaba lejos de ganar la Casa Blanca.
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Pero Khalid al-Falih, el ministro saudí de Energía, dijo recientemente que habrá más sed de petróleo en 2017 y que los precios se estabilizarán sin intervención de la OPEP.
“No creo que tengamos solamente una vía en las reuniones de la OPEP”, dijo Falih, según un diario saudí.
“Mantener la producción es justificable, considerando la recuperación del consumo y el crecimiento en los mercados en desarrollo y en Estados Unidos”.
Aunque Falih no nombró a Trump específicamente, sus comentarios sugieren que Arabia Saudita tiene fe en la capacidad del nuevo gobierno de liberar el crecimiento económico de Estados Unidos y, por ende, la demanda de petróleo. Trump ha exigido estimular la economía estadounidense mediante una reducción de los impuestos y un aumento del gasto en infraestructura en carreteras, puentes y aeropuertos.
nullTrump también ha prometido facilitar los negocios en la industria de los combustibles fósiles a través de menos burocracia. Eso podría incluir el debilitamiento de los estándares de eficiencia de combustible de la EPA y otras regulaciones que han frenado la demanda de gasolina (y por lo tanto de petróleo).
El optimismo de Arabia Saudita sobre la demanda estadounidense de petróleo contrasta con las previsiones más conservadoras de los analistas independientes. Al día de las elecciones, la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos pronosticaba que el consumo de gasolina de motor aumentaría 0.5% en 2017. Ese difícilmente es el tipo de auge de demanda que quitaría presión a la OPEP.
El EIA también predijo que el consumo de petróleo y otros líquidos en Estados Unidos aumentaría 1.3% el próximo año a 19.9 millones de barriles diarios. De nuevo, no hay un aumento enorme allí. (La EIA está lista para lanzar su primera perspectiva a corto plazo poselectoral la próxima semana).
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Michael Block, director de estrategia de mercado de Rhino Trading, dijo que los comentarios saudíes son la última señal del exceso de exuberancia en los mercados acerca del poder de los planes de estímulo de Trump.
“Al parecer, Steve Bannon ha hecho su magia hipnótica sobre nuestros amigos en Riad”, bromeó Block en una nota, refiriéndose al principal estratega de Trump.
“Ahí lo tienen. No hay necesidad de acuerdos de producción o acuerdos comerciales porque el estímulo impulsará la demanda y todo el mundo gana. Todo lo que necesito hacer es tronar los dedos”, escribió Block.
El optimismo saudí sobre la demanda de petróleo de Estados Unidos también es notable, considerando la anterior amenaza de Trump de cortar las compras estadounidenses de petróleo saudí. Trump dijo en marzo que podría detener las importaciones de petróleo de Arabia Saudita y otros países árabes si no comprometen a tropas terrestres para luchar contra ISIS o al menos que den un reembolso a Estados Unidos.
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Falih ha advertido desde entonces a Trump que no lleve a cabo esa idea, diciendo que podría ser contraproducente.
“En su corazón, el presidente electo Trump verá los beneficios y creo que la industria petrolera también le aconsejará, por consiguiente, que bloquear el comercio de cualquier producto no es saludable”, dijo Falih al Financial Times.
Los saudíes también podrían estar tratando de preparar los mercados en caso de que las luchas internas de la OPEP arrojen un acuerdo. El cártel llegó a un acuerdo preliminar en septiembre de lo que habría sido el primer recorte de producción en dos años.
Pero convertirlo en un acuerdo concreto ha resultado difícil. Aunque los saudíes han señalado su disposición de reducir la producción, el reino no quiere soportar el dolor a solas. Sin embargo, Irán e Irak han sido más resistentes a recortar la producción. Irán, en particular, no quiere hacer ningún recorte antes de recuperarse completamente de las sanciones.
“Algún acuerdo de la OPEP presumiblemente impediría una repetición del colapso en los precios del petróleo que ha seguido a algunos encuentros previos de la OPEP”, escribió David Kelly, director de estrategia global de JPMorgan Funds, en una nota.