La reforma energética, ¿culpable del gasolinazo?
Automovilistas y transportistas despertaron al inicio del año con el desagradable aumento en los precios de la gasolina. Algunos culpan a la reforma energética y a Hacienda. Ciertamente el aumento refleja el proceso que implica transitar de un monopolio estatal a un mercado de combustibles libre, que significa que ya no habrá solo un proveedor de gasolina si no varios.
Para ello, es necesario la liberación de los precios de las gasolinas y el diésel, que deberán estar determinados por los precios internacionales del petróleo, los costos de refinación, del transporte y almacenamiento, el margen comercial de la estación de servicio, los impuestos y el tipo de cambio vigente.
nullLo que la población vio desde el 1 de enero de 2017, son los precios regionales máximos que la Secretaría de Hacienda estableció en tanto se libera el precio en cada una de las 90 zonas en las que se dividió al país.
El incremento ha ocasionado el natural descontento de la población y declaraciones en contra de legisladores y líderes de la oposición. ¿Qué hay de cierto en ellas y qué hay realmente atrás del incremento?
Los dimes y diretes
Para Francisco Búrquez, integrante de la Comisión de Energía del Senado, el problema del alza deriva de los altos impuesto s, por lo que considera que la gasolinas va a seguir siendo caras mientras no se elimine el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
De acuerdo con el legislador, por cada litro de gasolina, los mexicanos pagan 5 pesos de IEPS, lo que significa una recaudación de aproximadamente 300,000 millones de pesos por año.
Por su parte, la senadora perredista Dolores Padierna Luna, integrante de las comisiones de Hacienda y Crédito Público y de Energía, aseguró que el gobierno federal optó por dejar este año un modelo en el que coexistan la liberalización del precio de la gasolina con el precio controlado por Hacienda.
“Este esquema provoca un incremento constante de precios de los combustibles que además propicia un trato diferenciado dependiendo de si las regiones cuentan o no con infraestructura de almacenamiento, de transportación y de estaciones de servicios. En las regiones que no cuentan con esta infraestructura, el costo será mayor”, aseguró.
Padierna Luna detalló que las empresas funcionarán como un oligopolio donde ellos se pondrán de acuerdo para determinar el costo de la gasolina, lo que propicia un trato diferenciado
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Los hechos
1. Qué dice la reforma energética. La liberalización de los combustibles está prevista en la Ley de la Reforma Energética, la cual se contemplaba para 2018, sin embargo, el gobierno federal propuso adelantarla para 2017, decisión avalada por el Congreso de la Unión.
“Lo que buscamos fue que esto fuera gradual para que los hogares se acostumbraran a ajuste de patrones de precios . Empezamos en 2015 con sustituir el precio único por el máximo. En 2016 empezamos con fluctuaciones moderadas pero referenciadas a precios internacionales”, dijo a Expansión el subsecretario de ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher.
Para 2017, la fluctuación del precio de los combustibles estará más apegada a lo que suceda con los precios internacionales. Adicionalmente los precios reflejarán los costos de calidad, distribución, además de impuestos y el margen de ganancia de las estaciones de servicio. Además habrá una diferenciación regional.
La diferencia en costos en 90 regiones del país obedece a la distancia de cada localidad de las refinerías de Pemex o a los puntos de importación, así como a los diferentes tipos de infraestructura para el transporte y distribución del combustible, según un comunicado de Hacienda.
El gobierno federal asegura que el IEPS no aumentará y será el mismo para las distintas regiones. No obstante, Hacienda espera recaudar por ese concepto 284,432 millones de pesos (mdp) en 2017, frente a los 263,547 mdp recaudados de enero a noviembre de 2016. Este aumento nominal de 8% sería resultado del incremento en los precios.
2. Fluctuaciones del precio del petróleo. El precio de las gasolinas y el diesel dejará de depender de las decisiones de Hacienda y ahora responderá a los movimientos internacionales del crudo.
El aumento de hasta 20% que se observó en el precio de algunas gasolinas a partir del 1 de enero, responde en parte a los altos precios del petróleo. Mientras que entre 2014 y 2015 el precio del crudo referencial, el WTI, cayó en promedio 39%, en 2016 se recuperó 45%.
“El aumento del precio del barril y un dólar depreciado en el mercado mundial beneficia a la nación al tener más ingresos, pero afecta en forma directamente proporcional a la población en México en un mercado abierto (sin subsidios)”, dijo el consultor de Caraiva y Asociados, Ramsés Pech.
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3. Menos subsidio. Para transitar a un mercado abierto, se irá reduciendo el subsidio que otorgaba el gobierno federal a los combustibles.
Messmacher comentó que fue un error destinar excedentes petroleros a subsidiar o mantener precios artificialmente bajos de los combustibles, ya que el consumo está muy concentrado en los hogares de mayores ingresos, el 30% de los hogares con mayores ingresos concentra el 70% del consumo.
4. Aún no es un mercado abierto. El precio máximo de los combustibles será aplicado hasta que quede liberado el precio a partir del 30 de marzo, según la zona y la cronología establecida. El proceso contempla cinco etapas, las primeras dos en el norte, la tercera y cuarta en el centro y occidente, y la última en la península de Yucatán.
Los actuales precios máximos funcionarán hasta el 3 de febrero de 2017, después se harán dos actualizaciones semanales en las primeras dos semanas de ese mes. A partir del sábado 18 de febrero se determinarán de manera diaria.
Para Pech la política energética de combustibles estuvo rezagada, ya que pese al aumento en la producción y exportación que vivió México hasta 2004, los recursos no se invirtieron en nuevas refinerías o procesos que ayudaran al crecimiento del país.